Internacional

La Isla Cerralbo: el debate sobre territorios mexicanos y su destino turístico y comercial

Aunque intentan subastarla desde hace años, la isla Cerralbo es una zona protegida y no puede venderse legalmente, según recuerda el periodista Enrique Hernández.

México (Reperfilar)

La polémica en torno a la presunta venta de la isla Cerralbo reaviva el debate sobre la soberanía territorial y el turismo en México.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el periodista mexicano Enrique Hernández, quien comentó que, “la venta de islas no es algo nuevo, pero sí está prohibido”.

El escándalo reciente gira en torno a la publicación de la isla Cerralbo en la plataforma Mercado Libre por un precio mínimo de 150 millones de dólares, supuestamente impulsada por una empresa estadounidense.

Este no es el primer intento de vender esta isla: “Ya en 2017, a través de una plataforma canadiense conocida como Vladi, se ofrecía por 20 millones de dólares”. Hernández subraya que muchas de estas islas son áreas naturales protegidas, lo que impide su venta y también su ocupación, especialmente por parte de extranjeros.

El atractivo turístico y comercial de las islas mexicanas

México es un destino prioritario para el turismo internacional, y la región de Baja California Sur no es la excepción. Según Hernández, “hay una decena más de islas que han estado en la mira de ser vendidas por parte de sus propietarios privados”. Algunas de estas islas se encuentran tan cercanas entre sí que resultan ideales para actividades turísticas.

Aún así, la preocupación de las autoridades locales crece. “El gobernador de Baja California Sur no está de acuerdo con la venta de esta isla”, señaló el periodista, destacando el conflicto entre intereses económicos privados y la preservación ambiental.

Cambios constitucionales y lagunas legales

La historia de la isla también se entrelaza con reformas legales. Hernández recuerda que “en la década de los noventas México hizo algunos cambios a su constitución política”, lo que permitió la adquisición de ciertos territorios insulares por particulares antes de que se endureciera la legislación ambiental.

La isla Cerralbo tiene un tamaño considerable, con 29 kilómetros de largo por 2 de ancho, y forma parte del grupo de islas del Golfo de California. A pesar de su estatus protegido, algunas propiedades similares “son rentadas, y no se sabe si han sido compradas o simplemente arrendadas entre privados”.

Un enclave estratégico entre el Pacífico y Estados Unidos

Más allá de su valor turístico, la región tiene un interés estratégico. “Toda esa zona la controla la Secretaría de Marina”, explicó Hernández, en relación al Golfo de California, que conecta con estados clave como Sinaloa, Sonora y las costas del sur de California (EE. UU.).

Esa ubicación la convierte también en una vía sensible para el tráfico de drogas. “Este Golfo de California ha sido clave para el tráfico de drogas que vienen de Sudamérica y que tratan de llegar a la franja fronteriza de Arizona”, destacó.

Turismo, inversión extranjera y la sombra del narcotráfico

A pesar de la vigilancia de la Marina, Hernández señala que “hay zonas de esa parte que prácticamente están siendo habitadas ya por gente, sobre todo baby boomers, que vienen de Arizona, de California”. El costo más bajo de vida en México ha incentivado esta migración, creando una presión adicional sobre estos ecosistemas.

En paralelo, la región es también el hogar de importantes proyectos energéticos: “Ahí está la planta fotovoltaica más grande de América Latina”, una infraestructura que apunta a un futuro sostenible pero que también refleja el apetito comercial por esta zona costera.

Entre la legalidad y el mercado: el futuro de Cerralbo

Finalmente, el periodista lanza una advertencia: “Es un debate que se abre en este momento, y hay que esperar si hay alguna definición del gobierno de México, porque son joyas naturales que pueden ser utilizadas para el turismo”.

La pregunta sigue en el aire: ¿puede una joya natural como Cerralbo venderse al mejor postor, o debe protegerse como patrimonio nacional?