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Pedace: “Hoy el libre mercado hace que se pueda importar carne”

El referente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores, analizó el fenómeno de la carne importada desde Brasil y advirtió que el beneficiado debe ser el consumidor argentino.

Carne (Noticias Argentinas)

La importación de carne desde Brasil a la Argentina ya es una realidad y responde a una nueva dinámica del mercado ganadero regional.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el referente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores, Sergio Pedace, quien comentó que, “no es una necesidad, es el libre mercado que empezó a funcionar”.

Para el especialista, el ingreso de carne brasileña al mercado local responde a una combinación de factores económicos, entre ellos la devaluación del real y el encarecimiento de la carne argentina.

Hoy el libre mercado hace que se pueda importar carne”, remarcó, y señaló que aunque el consumidor argentino valora la carne local por su calidad y trazabilidad, Brasil ha mejorado su oferta a través de una ganadería más robusta, basada incluso en genética argentina.

Diferencia de precios y oportunidades

El diferencial de precios, explica Pedace, es lo que permite que el asado brasileño se comercialice en el sur argentino, donde hay una barrera sanitaria que permite esta operación. “Un asado con hueso en el sur puede valer 28 mil pesos y el brasileño 10 mil. Eso da el número”, subrayó.

Para él, no se trata de una tendencia permanente, pero sí de una oportunidad del mercado. “El negocio es oferta y demanda”, repitió, recordando que en otras épocas también se importó carne de Brasil o Uruguay. La clave está en el tipo de cambio y en el volumen de stock ganadero disponible.

Problemas estructurales de la producción nacional

Pedace destacó un problema de base: “Lo que faenamos nosotros son animales livianos de 300 hasta 400 kilos”, mientras que la exportación exige animales más pesados, de hasta 550 kilos.

Esto implica que “habría que incrementar ese peso de faena por un tema de costo-beneficio”, ya que si al productor se le paga más, apostará a engordar más sus animales. Y eso requiere tiempo, inversión y previsibilidad. Por eso, sostiene, es necesario aumentar el stock ganadero y los kilos por carcasa para mantener precios competitivos a nivel internacional.

¿Quién gana y quién pierde?

Ante la pregunta sobre quién se beneficia de esta apertura, Pedace fue claro: “El beneficiario tiene que ser doña Rosa”, el consumidor argentino. Para que eso ocurra, propone eliminar impuestos y costos ocultos que hoy encarecen el precio al consumidor final y desalientan al productor.

El precio tiene que llegarle al productor, para que tenga ganas de seguir apostando a la ganadería”, agregó. Y mencionó que si el asado brasileño es más barato, el consumidor elegirá con el bolsillo.

Dos carnes, dos públicos

El especialista también aclaró que no es la misma carne la que se consume en el mercado local que la destinada a exportación. En Argentina predominan cortes de animales jóvenes y livianos, mientras que el producto brasileño puede competir más con la carne de vaca que con el novillo nacional.

Son dos mercaderías diferentes”, puntualizó. Por eso, sugiere que el asado importado se venderá mayormente en supermercados, con precios diferenciales. El resultado: una oferta ampliada y más opciones para el consumidor.

Calidad: un terreno a evaluar

En cuanto a la calidad, Pedace se muestró cauto. “Hay que ver la calidad que logró Brasil”, dice, comparando con el cerdo brasileño, que ha ganado espacio por su buena calidad.

No obstante, advirtió: “El argentino sabe mucho de carne”. Si el sabor y la terneza no cumplen con las expectativas locales, la aceptación será limitada. El desafío para Brasil es lograr estándares similares a los argentinos en los cortes que lleguen al país.

El ingreso de carne brasileña a la Argentina es, según Pedace, un reflejo del libre mercado y de las fallas estructurales del sistema ganadero local. El objetivo, sostuvo, debe ser claro: “El beneficiario siempre tiene que ser doña Rosa”.