Ravazzani, de Ecolatina: “En condiciones de alta inflación, el salario difícilmente se recupere”

Con la aceleración inflacionaria que sufre Argentina, cada vez le cuesta más a los trabajadores de clase media conservar su poder adquisitivo debido a que las subas salariales no van al ritmo de la inflación. Ante este panorama, este medio se puso en comunicación con el director de Ecolatina, Martín Ravazzani.

“A medida que se acelera la inflación, cada vez le es más difícil a los gremios poder defender el poder adquisitivo”, comentó Martín Ravazzani. “Los que tienen mayor poder de negociación han logrado acortar los plazos de negociación y lograr aumentos más importantes pero, en general, cuando se dan estos procesos de aceleración inflacionaria el salario inevitablemente pierde”, agregó.

En los segmentos más pobres el deterioro de los ingresos ha sido mayor

Posteriormente, Ravazzani planteó: “Hay un mecanismo perverso en el sentido de que lo que más está subiendo son los alimentos y, en consecuencia, es engañoso comparar el salario estrictamente con el IPC”. Luego, manifestó que, “para los sectores de menores ingresos, los alimentos pesan mucho más y lo que se observa es que en los segmentos más pobres el deterioro de los ingresos ha sido mayor por la suba de los alimentos”.

La necesidad de tener dos trabajos para conservar el nivel de consumo

“Lo único que ha compensado esto es la asistencia del Estado por los segmentos más bajos, como por ejemplo el refuerzo del plan alimentario”, sostuvo el entrevistado. En relación a este tema, expresó que, “en los sectores medios hay un aumento en la cantidad de trabajo, es decir, la clase media lo que hace es buscar un trabajo adicional para poder mantener el nivel de consumo”.

Más allá de que la desocupación esté en 7%, hay más pobres con empleo

Por otro lado, el director de Ecolatina señaló: “La tasa de desocupación está en el 7%, que es algo relativamente bajo, pero se está dando un fenómeno particular y es que hay más pobres con empleo”. Sobre la misma línea, remarcó que, “una de las cosas que va a tener que encarar cualquiera sea el próximo presidente va a ser toda una reconversión de todo estos planes”.

“Los salarios desde el pico de mediados de 2018 deben haber caído más del 25%, es decir, hay un retroceso salarial muy fuerte”, aseveró Ravazzani. “A corto plazo es difícil ser optimista, cualquiera sea el gobierno que asuma va a tener que corregir una serie de distorsiones que tienen los precios relativos”, concluyó.