Guerra comercial

Tensión comercial entre Brasil y EE.UU.: Trump impone un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas

Gustavo Segre, analista económico radicado en Brasil, analizó el impacto del nuevo conflicto comercial con Estados Unidos. Donald Trump apunta contra Lula da Silva por su cercanía con Irán, su alineación con los BRICS y la persecución a Jair Bolsonaro.

Tensión comercial entre Brasil y EE.UU.: Trump impone un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas (CEDOC)

Estados Unidos anunció un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas a partir del 1° de agosto, una medida que responde más a la política que a la economía. Según explicó a Canal E el analista Gustavo Segre, la decisión de Trump busca condicionar la política interna del gobierno de Lula da Silva, particularmente en lo referido a la situación judicial de Jair Bolsonaro, quien es investigado por intento de golpe de Estado a partir de una declaración premiada sin sustento sólido.

Trump reclama además que Brasil detenga su persecución a la oposición, deje de alinearse con países como Irán y abandone su intención de liderar una alternativa económica al dólar desde los BRICS.

Trump endurece el tono: advertencia con cuenta regresiva

La entrada en vigencia del arancel el 1° de agosto no es casual: según Segre, el plazo busca abrir una instancia de negociación. Aunque el discurso público del gobierno de Lula es confrontativo, en el plano diplomático podrían estarse negociando condiciones para evitar un impacto económico profundo. El propio Trump habría amenazado con subir aún más los aranceles si Brasil contraataca con medidas similares.

El rol de la Corte Suprema y la Ley Magnitsky

Parte del conflicto también se enmarca en una posible sanción estadounidense contra el ministro Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, por presunta censura a redes sociales y medios vinculados a Trump. La acusación avanza bajo la llamada Ley Magnitsky, que castiga a funcionarios extranjeros responsables de violaciones a derechos humanos o corrupción.

¿Impacto en la economía brasileña?

Segre considera que el golpe económico puede ser significativo para algunos sectores, aunque no generalizado. Estados Unidos y Brasil mantienen una balanza comercial cercana a los 40 mil millones de dólares. Si bien el intercambio es parejo, Trump apunta a dañar políticamente al gobierno de Lula, más que a afectar la economía bilateral.

La medida, sin embargo, obliga a Brasil a repensar su estrategia internacional. A nivel interno, expone contradicciones: el mismo gobierno que se promociona como ambientalista en foros globales como la COP30, destruye parte de la Amazonia para construir rutas, instala plantas artificiales y cobra 25 reales por una botella de agua que cuesta 2.

¿Puede beneficiarse Argentina?

Según Segre, si bien existen acuerdos entre Argentina y Brasil en el Mercosur, los productos brasileños con destino a EE.UU. no podrían triangularse vía Argentina debido a las estrictas reglas de certificación de origen. Aunque Argentina podría ocupar parte del lugar vacante en ciertas exportaciones, no se trata de un beneficio automático: el país no goza actualmente de una competitividad clara en muchos sectores, y cualquier cambio en el comercio exterior requiere tiempo.