Rompiendo estereotipos: un presidente, un DT y una novia

Especulaciones, presagios y la fuerza rutinaria de lo esperado que muchas veces vino de la mano del deseo tradicional de un líder capaz de ser buen padre de  familia, generaron expectativas al rededor de los lugares que ocuparían las mujeres de Milei en la vida pública del ya Presidente.

Una ruptura dentro de las costumbres nos dejó en claro que no habrá una primera acompañante en los términos hasta ahora conocidos, repetidos y emulados, algunas veces con éxito y otros como grandes fracasos.

El pueblo de Javier

Si hubo algo claro es que Argentina tiene un presidente que no teme presentarse, a la luz del pueblo y frente a otros mandatarios, acompañado de un DT, al que da a llamar "el jefe". Sin temor ni mezquindad a la hora de reconocerle mérito y enaltecer su figura robusta de poder, donde él deposita religiosamente su confianza.

Podemos hacer diversas interpretaciones, reproches pacatos y comentarios cliché, pero no desconocer el rompimiento de la imagen femenina tradicional que nos proponen las intervenciones femeninas de ayer.

El escenario demuestra un presidente disruptivo que de cara a lo gubernamental será acompañado por su hermana, investida de un alto cargo como funcionaria pública y en otras ocasiones lo Veremos con su novia al lado; pero sin que está tenga agenda propia ni mucho menos marque temas sociales o políticos que puedan distraer su plan de gobierno ni su estrategia de posicionamiento.

En la Residencia de Olivos la figura de anfitriona recaerá en Karina Milei, lo que no significa necesariamente que ella deba participar de agasajos o actividades destinadas a primeros acompañantes, de hecho su figura se presenta más fuerte, influyente y decisiva dentro de la gestión de gobierno.

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El Sr. presidente es soltero y si bien comparte una relación con la artista Fátima Flores, nada indica en este momento que vaya a ocupar el lugar de Primer Acompañante, lo cual puede cambiar si la incipiente relación avanza y se consolida. Queda pendiente develar si deberíamos seguir las reglas protocolares y llamarla por su nombre, María Eugenia, cuando esté en compañía del flamante Sr. Presidente.

Cambios en los roles femeninos tradicionales, ruptura de etiquetas y un nuevo orden protocolar que necesita tiempo, tanto para decantar y acomodarse, como para comprender la necesidad de asesorarse puesto que la IMAGEN PÚBLICA es una responsabilidad delicada y debe ser tomada con absoluta seriedad.

Sara Carbel - Asesora de Imagen 
Especialista en Imagen Pública y Política Consultora en Etiqueta