El 20 de diciembre pone a Patricia Bullrich y a Jorge Macri ante el primer gran desafío

Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad del presidente Javier Milei, no tiene ninguna duda: es momento de intentar terminar con los piquetes o, por lo menos, disuadirlos.

Con el apoyo político decisivo del jefe de Estado libertario, la expresidenta del PRO activó el jueves un protocolo de actuación ante movilizaciones que impidan el normal funcionamiento del tránsito y el transporte, y planea limitar las marchas por un nuevo aniversario del 20 de diciembre de 2001.

Ese día ya se anticipan movilizaciones de organizaciones sociales y grupos piqueteros para generar un caos en el tránsito y el transporte público.

En ese marco, la ministra lanzó el protocolo que incluye un accionar concreto de las cuatro fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura, la PSA y la Policía Federal) a las que se sumará el Servicio Penitenciario Federal, que hoy maneja el flamante subsecretario y asesor bullrichista Julián Curi.

“Ese día vamos a aplicar directamente la ley. Vamos a dar cumplimiento del artículo 194. Pueden protestar, pero no cortar las vías de comunicación. El Presidente y la ministra fueron muy claros sobre esto incluso en sus campañas presidenciales y prometieron orden”, aseguran en el gobierno nacional. El presidente Milei lo había anticipado: no quiere permitir ningún corte de ruta ni de accesos a la Ciudad, como prevén los piqueteros.

Será el primer gran desafío para Bullrich, pero también para el jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien fue elegido tras una campaña que tuvo como uno de sus ejes centrales las promesas para empezar a terminar con los piquetes.

En este contexto, la ministra de Seguridad viene dando señales al Poder Judicial, al igual que su par porteño, Waldo Wolff, para que haya una actuación rápida. Sin embargo, la idea central de Bullrich es actuar en “flagrancia”, es decir, que las fuerzas federales y, acaso, la Policía de la Ciudad, puedan actuar en el mismo momento en que comienzan a cortarse avenidas o accesos.

En ese marco, también esta semana hubo una orden para los jefes de las cuatro fuerzas federales: no se admitirá la inacción. “Es una grave falta no actuar ante la orden concreta de desalojar un intento de piquete o corte”, le plantean a PERFIL fuentes del PRO. En las fuerzas lo tomaron con alivio. Les faltó decir “al fin”.

Por ello la primera meta que tendrá Seguridad es disuadir y desalentar los piquetes, tal como adelantó este diario la semana pasada. En la Casa Rosada observan, además, un cambio de época y un gran respaldo social a las medidas antipiquetes.

De todas maneras, en el gobierno nacional observan un escenario donde en el conurbano bonaerense pueda haber algunos saqueos y disturbios, aunque aislados.

Por su lado, desde el ministerio de Seguridad porteño que conduce Wolff junto al secretario y jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz, plantearon: “Vamos a trabajar en conjunto con Nación y vamos a pedir ayuda en caso que sea necesario, pero como explicó Patricia, cada provincia y cada jurisdicción tienen su propio mecanismo para merituar las circunstancias, el tipo de protesta”.