Una medida de la actividad manufacturera de Estados Unidos perdió fuerza en marzo, cayendo al nivel más bajo desde 2020 debido a un aumento más lento en los nuevos pedidos y la producción.
El indicador de actividad fabril del Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) se redujo a 57,1 desde 58,6 en febrero, según datos publicados este viernes. Las lecturas por encima de 50 indican expansión. La cifra fue más débil que la mayoría de las estimaciones obtenidas en una encuesta de Bloomberg a economistas.
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La medida de nuevos pedidos de ISM cayó casi 8 puntos en marzo a 53,8, y el indicador de producción fabril cayó 4 puntos a 54,5. Los índices, ahora ambos en sus niveles más bajos desde mayo de 2020, indican un cierto debilitamiento de la demanda en medio de crecientes presiones de precios y una mayor incertidumbre.
El índice de precios pagados por los productores del grupo saltó 11,5 puntos, el mayor avance mensual desde finales de 2020, a 87,1. El enorme aumento apunta a un empeoramiento de las presiones sobre los precios después de que la invasión rusa a Ucrania hizo subir aún más los precios del petróleo y los metales.
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El informe también mostró signos de que las restricciones de capacidad pueden estar comenzando a moderarse. Un índice de empleo fabril avanzó en marzo a un máximo de un año de 56,3. Los pedidos atrasados crecieron a un ritmo más lento y una medida de los tiempos de entrega de los proveedores disminuyó.
Mientras tanto, un indicador de inventarios de fábrica aumentó a 55,5, lo que sugiere que las empresas están mejor posicionadas para satisfacer la demanda. Los inventarios de los clientes también mejoraron.
El informe mensual de empleos del Gobierno, publicado el viernes, mostró que los fabricantes agregaron 38.000 empleos en marzo por segundo mes.
