El Gobierno de Argentina conversa con bancos sobre la posibilidad de lanzar un canje para despejar dudas sobre la deuda en pesos que vence en el segundo trimestre, según indicaron personas con conocimiento directo del tema. Las charlas empezaron hace un par de semanas y aún no está claro cuándo se lanzaría el canje.
El Tesoro evalúa ofrecer bonos en pesos con plazos a fin de 2024 y principios de 2025 a cambio de las Ledes y Lecer que vencen antes de fin de junio, dijeron las personas. Argentina debe afrontar vencimientos de deuda local por 6 billones (US$30.000 millones) de pesos en el segundo trimestre. El encargado de llevar adelante las conversaciones es el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, que ya se ha reunido al menos dos veces con representantes de las entidades financieras, según las personas.
Massa: "La deuda en pesos es absolutamente sustentable"
Un portavoz del ministerio de Economía confirmó las conversaciones en curso y agregó que la propuesta fue acercada por los bancos.
Nada es gratis
A cambio de semejante apuesta, los bancos le acercaron una lista de pedidos a los funcionarios. Reclaman, por ejemplo, un “put” (u opción de venta) para los títulos que se ofrezcan en el canje, que sea más generoso que el que ofrece actualmente el Banco Central.
Sucede que hoy, el organismo se compromete a comprar los títulos vendidos por el Tesoro a una tasa de 200 puntos básicos más alta que la del día anterior. Los bancos quieren una versión más pequeña de ese diferencial (lo que implica un precio del bono más alto), de manera de no verse tan afectados ante una caída en los precios del mercado.
Oferta de opción de venta impulsa la venta de deuda argentina
El segundo pedido de los bancos fue que los nuevos bonos, que vencerán como muy pronto en 2024, sean colocados a precios de mercado. El mercado secundario muestra tasas reales de dos dígitos para títulos equivalentes y eso implicaría un costo alto a afrontar por el Tesoro nacional.
Pero esto no es todo. La apremiante situación de deuda que atraviesa el Tesoro llevó a las entidades a animarse con un tercer pedido: que el Ministerio de Economía mejore la rentabilidad de los encajes bancarios, permitiéndoles integrar una mayor proporción de estos en títulos soberanos u ofreciéndoles títulos con rendimientos superiores a los actuales.
¿Desacople del Merval?
Los traders creen que en algún momento el mercado de capitales de Argentina debería empezar a digerir las expectativas electorales y, de este modo, empezar a desacoplarse del pesimismo global. El mercado podría recibir un buen impulso a medida que se acerquen los comicios, dado que hoy las encuestas muestran mejor perfilados a candidatos que se animarían a dar un giro más ortodoxo o liberal.
Hay cierto consenso en que, en un contexto así, las acciones parecerían mostrar más combustible que los bonos. Algunos empiezan a mirar de cerca el comportamiento que tuvieron los papeles argentinos en el período 2013-2015, los dos años que precedieron a la salida de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Con esta idea recomiendan el “top five” que lideró entonces los avances: Transportadora Gas del Norte, Tansener, Edenor, Pampa y Capex.
Paciencia
Los bonos globales, en cambio, no son recomendables para ansiosos. Los traders creen que el primer driver para ellos recién llegará en la presentación de las listas de los partidos políticos, que está prevista para mitad de junio.
La expectativa está puesta en las sorpresas que podrían desprenderse de la conformación de los candidatos del oficialismo, dado que el frente de la oposición parece ser ya bastante predecible. La lectura es bastante simple: si la oferta oficialista queda reducida a “kirchnerismo de pura cepa”, sin señales de moderación, esa lista será menos competitiva, las chances de un Gobierno más pro mercado serán más altas y el driver de los bonos podría ser positivo.
La cifra que habla: US$672
Es el valor del S&P Merval, que incluye a las acciones líderes de Argentina. Supera en un 61% al nivel de un año atrás.
El alza del principal índice de Argentina se dio con cierta dispersión: empresas de servicios públicos como YPF, Vista y TGS, que se verían favorecidas con una recomposición de las tarifas de servicios, subieron entre 97% y 165% en los últimos doce meses, mientras que bancos como Galicia y Macro avanzaron en ese período por debajo del 50%.
* Con la colaboración de Scott Squires.