Las visiones que tienen hoy los inversores del exterior que hablan con los grandes bancos de Wall Street sobre el futuro de Argentina son diversas, pero convergen en algo: el país todavía no pasó lo peor.
Los grandes jugadores siguen atentos a las noticias de Argentina, pero aún ven lejos la oportunidad de apostar por sus activos, señalaron cinco inversores y analistas consultadas por Bloomberg para esta nota.
En el extremo optimista, entusiasma la idea de que cualquiera de las alternativas electorales que hoy capta mayor intención de voto harán un giro hacia una economía más ortodoxa, lo que promete un upside para los activos argentinos. En el extremo más pesimista, en cambio, se considera que este viraje “pro mercado” será difícil de encarar, dada la herencia que recibirá el próximo Gobierno y el contexto social con el que se deberá lidiar.
En cualquiera de los múltiples escenarios, el corto plazo genera pánico: los grandes jugadores del exterior comparten la idea de que, aún después de sufrir una inflación superior al 100% anual y una devaluación del 50% en doce meses, la Argentina todavía no encaró los ajustes dolorosos que serán necesarios para calmar su economía. Corregir desequilibrios, despejar dudas y licuar gastos podría sumergir al país en una crisis mayor a la actual.
“Argentina no pasó lo peor porque todavía le faltan ajustes por hacer. Todavía no devaluó lo que tiene que devaluar y su tasa de política es menor a la que debería ser”, explicó Alberto Rojas, de Credit Suisse.
Ofensiva contra el dólar, el nuevo arma del mundo multipolar
Nadie duda ya de que habrá una devaluación del peso oficial, posiblemente este año. La incógnita de algunos es, ahora, si habrá dos devaluaciones: la primera —probablemente parcial— en el caso de que el presidente Alberto Fernández se vea forzado a acomodar la paridad al bajo nivel de reservas del Banco Central; la segunda, más definitiva, cuando el nuevo Gobierno asuma e intente alcanzar un tipo de cambio más cerca del equilibrio.
Los principales referentes del sell-side que aún miran a la Argentina desde el exterior asignan una alta probabilidad a un repunte de los bonos si el Gobierno sufre un revés en las elecciones primarias. Pero dudan de que éste pueda sostenerse en el tiempo.
Un canje masivo
El Gobierno nacional intentará este jueves canjear la mayor masa de pesos de la gestión: son 9,5 billones de pesos que vencen antes de los próximos dos meses y que pretenderá reemplazar por nuevos títulos a fines de 2024 y principios de 2025. La mayoría de los instrumentos elegibles están en manos de organismos públicos.
“Estimamos un piso del 70% de adhesión, que está levemente por debajo de la tenencia pública”, sostuvo Mateo Reschini, analista sénior de research de Inviu. “El canje pasado enseñó que no necesariamente los organismos entran con todo lo que tienen”, agregó.
El “libro de pases”
Florencia Calvente asumió este lunes como jefa de research en ConoSur Investments, luego de trabajar 9 años en diferentes sectores de Moody’s. Calvente buscará desarrollar el área de research e impulsar la visión del grupo sobre el mercado local, señaló un vocero de la compañía.
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