La economía de Francia registró la mayor contracción desde la Segunda Guerra Mundial en el primer trimestre, y las perspectivas para el resto del año se están deteriorando significativamente ante las medidas de confinamiento para limitar la propagación del coronavirus, según el Banco de Francia.
La estimación del banco central de una caída del 6% es el indicador más reciente de la gravedad del choque a las economías europeas de un colapso simultáneo de la oferta y la demanda. Una contracción trimestral del PIB de tal alcance solo sería comparable al 5,3% registrado alrededor de las huelgas de mayo de 1968.
Al igual que la agencia de estadísticas del país, Insee, el Banco de Francia tuvo que cambiar su forma de realizar las mediciones para tratar de captar el impacto. Utilizó datos de alta frecuencia -como transacciones con tarjetas y solicitudes de beneficios por desempleo- para corroborar los resultados de su encuesta mensual de 8.500 negocios.
En la industria, las caídas más pronunciadas en la actividad se registraron en los sectores automotriz y de fabricación de máquinas, mientras que los hoteles y restaurantes fueron los servicios más afectados. En general, el banco central dijo que la pérdida de actividad en una semana de confinamiento es de alrededor del 32%. Insee había estimado un 35%.
La encuesta del Banco de Francia también mostró que las fábricas están funcionando solo al 56% de su capacidad, un mínimo histórico, por debajo del 78% en febrero.
Esa pérdida de actividad significa que por cada dos semanas de confinamiento, el PIB 2020 se reducirá en un 1,5%, dijo el Banco de Francia. Pero advirtió que no se debían extrapolar esos datos porque la pérdida real de producción puede ser diferente a medida que las empresas y los consumidores se adaptan a un cierre más prolongado.