El dinero que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está inyectando en la economía en crisis para proporcionar créditos baratos, regresa directamente a sus propias arcas, sin pasar por la economía real.
Es que el Central está otorgando dinero a los bancos comerciales para que lo entreguen como préstamos a empresas locales. Pero en lugar de prestar el efectivo, el banco está depositando la gran mayoría en el BCRA con una tasa de interés de cero por ciento.
"Algunos bancos van muy lento con el financiamiento", señaló el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en una entrevista radial la semana pasada. "Tienen que ser más activos con las empresas más pequeñas. Necesitamos mucho más apoyo de los bancos".
La base monetaria aumentó en 619.000 millones de pesos, o 34%, en los últimos 30 días. Alrededor de 91% de este aumento estaba en manos de entidades financieras y estas mantenían 79% en una cuenta en el Banco Central. El dinero en manos de personas particulares solo ha aumentado en 51.000 millones de pesos.
"No es que los bancos sean malos", dijo Federico Furiase, director de la consultora Eco GO. "El canal de crédito está roto, entonces no vemos que la expansión de la base monetaria se esté trasladando a un incremento en el crédito".