El Fondo Monetario Internacional elevó sus perspectivas para la economía mundial este año, y estimó que los riesgos han disminuido en los últimos meses luego de que Estados Unidos evitara un default y las autoridades en ambos lados del Atlántico evadieran una crisis bancaria.
El producto interno bruto mundial se expandirá un 3% en 2023, dijo el FMI en una actualización de sus Perspectivas de la economía mundial publicada el martes. Si bien sigue siendo una desaceleración en comparación con el crecimiento del 3,5% del año pasado, es más rápida que su proyección del 2,8% de abril.
“La reciente resolución del conflicto sobre el techo de la deuda estadounidense y, a principios de este año, la enérgica actuación de las autoridades para contener las turbulencias en la banca estadounidense y suiza, redujeron los riesgos inmediatos de turbulencias en el sector financiero”, señaló el FMI. “Esto moderó los riesgos adversos para las perspectivas”.
El Fondo, con sede en Washington, mantuvo sin cambios sus expectativas de crecimiento mundial para el próximo año en el 3%.
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El fondo se encuentra entre un creciente número de voces que prevén un posible aterrizaje suave para EE.UU. Los economistas en una encuesta de Bloomberg este mes impulsaron las estimaciones del crecimiento del PIB en el segundo y tercer trimestre, aunque todavía dicen que hay un 60% de posibilidades de que EE.UU. entre en recesión en los próximos 12 meses.
A pesar de la visión global ligeramente más optimista, el FMI advirtió que las perspectivas de crecimiento parecen débiles en comparación con la media del 3,8% durante las dos décadas anteriores a la pandemia de covid-19 y a que “el balance de riesgos para el crecimiento global sigue inclinado a la baja”.
Las tasas de interés más altas, que actualmente ayudan a controlar la inflación, pesarán sobre la actividad. Choques adicionales como la intensificación de la guerra en Ucrania y los desastres climáticos podrían estimular aún más el ajuste del banco central.
“La mayor amenaza sigue siendo la inflación”, dijo el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en una entrevista con Bloomberg Television. Aunque ha habido cierta resiliencia en la economía mundial, “el impulso se está desacelerando” en medio de una política monetaria más estricta para controlar el crecimiento de los precios.
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El FMI también citó riesgos continuos para la estabilidad financiera en un contexto de tasas de interés más altas, una recuperación más lenta de lo esperado en China, problemas de endeudamiento en las economías emergentes y amenazas al comercio derivadas de la fragmentación geoeconómica, que se ha acelerado en medio de la invasión de Rusia a Ucrania y las tensiones entre Washington y Pekín.
El escenario base de Bloomberg Econonomics para el crecimiento global es del 2,8% para este año y del 2,7% en 2024, por debajo del 3,3% en 2022 y por debajo de la tendencia previa a la pandemia de 3,4%.
Incluso al tiempo que la política monetaria es más estricta, la prioridad en la mayoría de las economías sigue siendo lograr una desinflación sostenida, dijo el FMI, y agregó que los bancos centrales deben mantenerse enfocados en restaurar la estabilidad de precios y fortalecer la supervisión financiera y el monitoreo de riesgos.
Se prevé que esto ocurra esta semana, con la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo preparados para elevar aún más sus tasas de interés. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y la presidenta del BCE, Christine Lagarde, han advertido que la tasa de inflación sigue siendo demasiado alta.
El FMI prevé una desaceleración de la inflación hasta el 6,8% este año, frente al 7% previsto en abril, desde el 8,7% de 2022. Pero el Fondo también elevó su previsión de aumento del coste de la vida en 2024 en 0,3 puntos porcentuales, hasta el 5,2%, afirmando que espera que los precios subyacentes, que excluyen los alimentos y la energía, se enfríen más gradualmente que antes.
“La inflación general está bajando porque los precios de la energía están bajando. Pero debajo de la superficie, si observa la inflación subyacente, esta está demostrando ser más persistente y esa persistencia es un verdadero desafío”, dijo Gourinchas en la entrevista.
Las economías avanzadas impulsan la desaceleración del crecimiento global desde el 3,5% del año pasado, señaló el FMI, particularmente porque el sector manufacturero más débil compensa los servicios. Mientras tanto, la actividad en las economías en desarrollo y emergentes se ve estable este año y el próximo, dijo.
Entre las economías más grandes del mundo, el FMI prevé que EE.UU. crezca un 1,8% este año, un incremento de 0,2 puntos porcentuales desde abril, antes de desacelerarse al 1% en 2024. Gourinchas dijo que una recesión en EE.UU. no está en el pronóstico de referencia del FMI. “Es un camino estrecho, pero factible”, dijo.
El FMI prevé que China crezca un 5,2% este año, sin cambios con respecto a su proyección anterior. Sin embargo, advirtió que la recuperación del país luego de la reapertura posterior a la pandemia a principios de este año se está desacelerando, en parte debido a la debilidad en la industria inmobiliaria, que perjudica la inversión, así como a la débil demanda extranjera y al aumento del desempleo juvenil.
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