La inflación anual de México se redujo menos de lo esperado en noviembre, ya que el Banco de México elevó los costos de endeudamiento para evitar las presiones en términos de precios por el debilitamiento del peso.
Los aumentos de precios al consumidor a 12 meses se desaceleraron a 4,72 por ciento desde el 4,9 por ciento, manteniéndose así por encima del objetivo del 3 por ciento de la autoridad monetaria. Economistas habían pronosticado una inflación anual del 4,60 por ciento para noviembre. Los precios básicos aumentaron un 0,25 por ciento respecto al mes anterior, en línea con las estimaciones de economistas, informó el viernes la agencia nacional de estadísticas.
Si bien esta ha sido la inflación anual más baja de México desde junio y los precios al consumidor están a punto de caer aún más, al tener un peso débil y precios del petróleo más altos, se dificulta converger hacia la meta del Banco de México.
El aumento de los precios se debió principalmente a un alza del 6,87 por ciento el mes pasado en las frutas y verduras, así como a un aumento del 2,89 por ciento en los costos energía
La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de cancelar la construcción de un nuevo aeropuerto en Ciudad de México causó la caída del peso, llegando a su nivel más bajo desde junio y generando preocupación frente a una mayor presión en términos de precios.
El Banco de México elevó la tasa clave en 25 puntos base a 8 por ciento en su reunión del mes pasado, argumentando que la cancelación del aeropuerto y una mayor incertidumbre acerca de las políticas del futuro gobierno empeoraron la perspectiva inflacionaria. La subgobernadora Irene Espinosa votó a favor de un aumento de medio punto.
Los operadores de swaps de tasas de interés anticipan otra alza y la probabilidad implícita actual muestra un 98 por ciento de probabilidad de que se aplique un aumento de 25 puntos base a 8,25 por ciento en la próxima reunión del 20 de diciembre.