La agencia dijo el jueves que había realizado una “revisión metódica”, incluida la identificación de varios cientos de personas que pudieron haber accedido al área de la Casa Blanca donde se encontró la cocaína, pero no pudo obtener evidencia física para vincular la sustancia con nadie.
La agencia tampoco pudo encontrar imágenes de video de vigilancia para ayudar a los investigadores a identificar quién introdujo la droga ilícita en el complejo.
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“Sin evidencia física, la investigación no podrá señalar a una persona de interés de los cientos de personas que pasaron por el vestíbulo donde se descubrió la cocaína”, dijo la agencia en un comunicado. “En este momento, la investigación del Servicio Secreto se ha cerrado debido a la falta de evidencia física”.
La cocaína se descubrió a principios de este mes en un área del vestíbulo del ala oeste donde las personas pueden guardar sus teléfonos o dispositivos personales en un cubículo. El Servicio Secreto, la agencia encargada de proteger a los funcionarios de alto rango, describió previamente el área como un espacio muy transitado utilizado tanto por visitantes como por el personal.
El comunicado de la agencia enviado este jueves detalló la investigación, que incluyó análisis de huellas dactilares y ADN del paquete por parte del laboratorio criminalístico de la Oficina Federal de Investigaciones. Esas pruebas no pudieron desarrollar huellas dactilares latentes y no encontraron suficiente ADN presente.
El descubrimiento de la cocaína provocó un frenesí mediático. La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo la semana pasada que el presidente Joe Biden había sido informado sobre el progreso de la investigación.
“El presidente cree que es increíblemente importante llegar al fondo de esto”, dijo en ese momento.
