Poco más de un año antes de que el colapso de Silicon Valley Bank amenazara a una generación de startups de tecnología y sus patrocinadores, el Banco de la Reserva Federal de San Francisco nombró a un equipo de examinadores de nivel más sénior para evaluar al banco. Comenzaron a identificar problema tras problema.
El nuevo equipo de supervisión envió una serie de advertencias formales a la gerencia del banco, presionándolos para que corrigieran las deficiencias graves en las operaciones y la tecnología, según personas con conocimiento del asunto.
Luego, a fines del año pasado, señalaron un problema urgente: el banco tenía que mejorar la forma en que rastreaba los riesgos de las tasas de interés, dijo una de las personas, una cuestión central en su abrupta caída este mes.
Por qué cayó el Silicon Valley Bank y qué puede hacer la Reserva Federal
La Reserva Federal prometió investigar cómo supervisó a Silicon Valley Bank de SVB Financial Group, la segunda mayor quiebra de un banco estadounidense en la historia. El descubrimiento relativamente tardío de tantas fallas plantea dudas sobre si la Fed fue diligente en intensificar la supervisión a medida que la empresa crecía en tamaño. El viernes, SVB Financial, con sede en Santa Clara, California, acudió al Capítulo 11 para protección por bancarrota.
En un giro inesperado, la persona de la Reserva Federal de San Francisco a cargo de monitorear el banco hasta fines de 2021 recibió una nueva asignación después, convirtiéndose en la persona de contacto del regulador en Silvergate Capital Corp., según personas con conocimiento de la situación. Silvergate también cerró este mes debido a fallas similares en su base de depósitos y el posicionamiento de su balance.
Un representante de la Fed declinó comentar. Las personas que describieron la supervisión del regulador pidieron no ser identificadas porque el proceso es confidencial.
SVB era una fracción de su tamaño reciente cuando la Administración Trump y republicanos del Congreso lideraron un esfuerzo bipartidista para revertir regulaciones bancarias en 2018, poniendo fin a las pruebas de estrés anuales automáticas para bancos con menos de US$250.000 millones en activos. El director ejecutivo del banco, Greg Becker, había hecho lobby para el proyecto de ley y, cuando la medida entró en vigor, el crecimiento de su empresa se disparó. A principios del año pasado, ya tenía US$220.000 millones en activos, frente a los US$51.000 millones a fines de 2017.
Qué dicen los empresarios argentinos que vivieron la quiebra del Silicon Valley Bank
Esa trayectoria convirtió a SVB en el banco de más rápido crecimiento entre los prestamistas principales del país durante los últimos cinco años. Para este año, era el decimosexto más grande del país por activos.
Becker también tenía otro rol: había sido parte de la junta de nueve miembros de la Fed de San Francisco desde 2019 hasta el día en que su banco quebró.
Su colapso a fines de la semana pasada dejó a legiones de startups frente a la perspectiva de que no podrían pagarles a sus empleados o siquiera mantener la luz encendida, lo que llevó a la Reserva Federal y a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos a tomar medidas extraordinarias, incluido rescatar a los depositantes sin seguro y ofrecer a la industria una facilidad de préstamo para evitar dificultades similares.
El banco central prometió publicar los resultados de su revisión interna antes del 1 de mayo. “Los sucesos alrededor del Silicon Valley Bank exigen una revisión exhaustiva, transparente y rápida por parte de la Reserva Federal”, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell, en un comunicado esta semana.
La falta de un director de riesgos en el banco durante gran parte del año pasado ya se ha convertido en un punto focal, informó Bloomberg News el martes.
SVB y Silvergate sucumbieron a las mismas presiones básicas. La clientela de startups tecnológicas de Silicon Valley Bank redujo sus saldos mientras la industria luchaba por recaudar nuevos fondos, mientras que los clientes procripto de Silvergate se retiraron para capear la caída del año pasado en los precios de los activos digitales.
Se supone que los bancos deben estructurar sus balances de manera conservadora para manejar choques económicos inesperados y la fuga de depósitos. Pero Silicon Valley Bank y Silvergate invirtieron mucho en bonos con tasas de interés bajas, cuyo valor se desplomó cuando la Reserva Federal subió las tasas durante el año pasado. Cuando los retiros obligaron a los prestamistas a vender esos activos, incurrieron en graves pérdidas.
El Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos investigan actualmente la caída de SVB. Las investigaciones, que se encuentran en etapas iniciales, incluyen si las ventas de acciones por parte de los ejecutivos violaron las reglas de negociación.
RM