Las aspiraciones profesionales de una generación de mujeres financieras podrían depender del regreso a la oficina o a la mesa de dinero.
Para mujeres milenial como Ambika Church (de 24 años), vendedora de instrumentos de renta fija en TD Securities, la interacción frente a frente con sus pares y superiores es clave para desarrollar más de aquellas habilidades cruciales y necesarias para seguir escalando en el empinado camino hacia el éxito en un sector aún dominado por hombres. Dos años después del inicio de su carrera, Church trabaja en la casa de sus padres en Seattle desde abril después de haber dejado Nueva York.
“Uno pierde la oportunidad de absorber esa resolución de problemas a su alrededor: las lecciones no oficiales que se obtienen al observar a diferentes vendedores con sus clientes y operadores, y capeando situaciones difíciles”, dijo. “Todavía estoy tratando de descubrir mis trucos y cómo convertirme en la vendedora que quiero ser”.
“La comunicación por Zoom y FaceTime ayuda. Pero no reemplaza la interacción cara a cara para detectar los niveles de estrés. Necesitamos ser súper conscientes de cuidarnos los unos a los otros”, dijo Cathy Gibson, jefe de operaciones de Royal London Asset Management.
Las mujeres apenas ocupan un tercio de los cargos en ciertas áreas financieras. La prolongación del trabajo remoto amenaza con empeorar las cosas para aquellos que ahora ingresan a la industria, especialmente cuando se trata de establecer redes y superar los prejuicios. La interacción en persona es un aspecto clave en el desarrollo de los aliados necesarios para prosperar, dice Lisa Kaplowitz, directora de Center for Women in Business (Centro para mujeres en los negocios) de Rutgers Business School. Eso es particularmente cierto en profesiones como la banca, donde los altos directivos tradicionalmente han sido hombres.
“Si no contamos con ese tiempo frente a frente con los jefes y gerentes, no vamos a tener conversaciones de calidad con ellos”, dijo Kaplowitz, quien ha ocupado altos cargos financieros en empresas y trabajó como analista en Wall Street. “En general, las mujeres no han confiado tanto en que se escuchan sus voces incluso cuando están físicamente sentadas junto a sus colegas. Escucho que las mujeres dicen esto todo el tiempo y eso se complica aun más cuando están en una llamada por Zoom”.
No se puede enfatizar lo suficiente que, tanto para hombres como para mujeres, los primeros años de su carrera son, por supuesto, fundamentales. Sin embargo, las mujeres se han enfrentado durante mucho tiempo a una serie de obstáculos en su progreso, lo que hace que cualquier contratiempo en las fases tempranas de sus carreras sea aun más perjudicial.
“Uno pierde la oportunidad de absorber esa resolución de problemas a su alrededor: las lecciones no oficiales que se obtienen al observar a diferentes vendedores con sus clientes y operadores, y capeando situaciones difíciles”, dijo Ambika Curch, vendedora de instrumentos de renta fija.
El año pasado, la participación promedio de las mujeres en valores, productos básicos y como agentes de ventas financieras fue de 30%, mientras que las mujeres representaron aproximadamente 34% de los cargos de analista financiero, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. Un análisis de Morningstar Inc. ha demostrado que el porcentaje de mujeres en la administración de los billones de dólares que hay en la industria global de gestión de activos se ha estancado en las últimas dos décadas, con un poco más de 1 por cada 10.
Históricamente, las mujeres se han enfrentado a mayores vientos en contra a mitad de carrera si hay hijos en el panorama, ya que a menudo son las que terminan teniendo que hacer sacrificios profesionales entre las familias heterosexuales de doble ingreso. Las mujeres ganan cerca de 80% del salario de los hombres, según datos de la Oficina del Censo.
El porcentaje de hombres que dedicaron al menos cinco horas diarias al cuidado activo de los niños se cuasi duplicó a 29% desde 15% antes de la pandemia. Para las mujeres aumentó a 37% desde 23%
En ese contexto, trabajar desde casa durante la pandemia ha dado lugar a una especie de “prueba de concepto” para la carrera de muchas mujeres. Es así incluso cuando las mujeres podrían estar asumiendo una carga mayor en términos de responsabilidades del hogar relacionadas con el cuidado de los niños.
El porcentaje de hombres que dedicaron al menos cinco horas diarias al cuidado activo de los niños se cuasi duplicó a 29% desde 15% antes de la pandemia. Para las mujeres aumentó a 37% desde 23%, según una encuesta realizada en mayo por investigadores de Center for Women in Business y Center for Women and Work (Centro para la Mujer y el Trabajo) de Rutgers.
Los trabajadores de Wall Street han comenzado a regresar poco a poco a las oficinas. Pero la mayoría de las empresas continúa con la mayor parte de sus empleados desde casa, sin planes inmediatos de un aumento importante en el personal que va a la oficina, especialmente ante el pico de infecciones en algunos estados.
la participación promedio de las mujeres en valores, productos básicos y como agentes de ventas financieras fue de 30%, mientras que las mujeres representaron aproximadamente 34% de los cargos de analista financiero.
Algunas organizaciones han estado incrementando las oportunidades para que los empleados, y las mujeres específicamente, se relacionen. Las mujeres en ETF, un grupo de sector para más de 2.000 miembros que trabajan en la industria de fondos negociados en bolsa, llevaron a cabo un evento Zoom el 25 de junio sobre la “comunicación bajo trabajo remoto”.
Detección del estrés. No obstante, las interacciones virtuales solo llegan hasta cierto punto. Cathy Gibson, jefe de operaciones de Royal London Asset Management, dice que para el personal de todas las edades, la empresa está atenta a las tensiones más sutiles que se derivan del trabajo vía remoto.
“La comunicación por Zoom y FaceTime ayuda”, dijo. “Pero no reemplaza la interacción cara a cara para detectar los niveles de estrés. Necesitamos ser súper conscientes de cuidarnos los unos a los otros”.
Church, de TD, dice que se considera afortunada porque ya tenía un par de años de experiencia antes de la pandemia y pudo encontrar mentores. Pero sin duda extraña el ritmo de su antigua vida laboral, a pesar de que el aspecto cotidiano, como compartir información y comunicación del mercado, no es un problema.
“Hemos recibido algunas lecciones interesantes en este período de tiempo, para todas las industrias”, dijo. “En un mundo ideal, creo que tendríamos una mezcla de los dos métodos de trabajo. Hay algunas ventajas de estar en casa y otras que simplemente no se logran sin estar en la oficina”.