El panorama empresarial de Alemania mejoró desde niveles históricamente bajos luego de que disminuyera el riesgo de cortes de energía para este invierno y mientras el Gobierno de Berlín prepara medidas de gran alcance para proteger a los hogares y las empresas del aumento de los costos.
Un indicador de expectativas publicado el jueves por el instituto Ifo mejoró por segundo mes, subiendo a 80 frente a la lectura revisada de octubre de 75,9. El indicador superó la mediana de las estimaciones en una encuesta de Bloomberg, de 77. Un indicador de las condiciones actuales se contrajo.
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Condiciones atmosféricas inusualmente cálidas para el otoño e instalaciones de almacenamiento de gas con su capacidad casi a tope han reducido la probabilidad de que las empresas alemanas enfrenten cortes de energía en los próximos meses.
Al mismo tiempo, el Gobierno del canciller Olaf Scholz se prepara para gastar más de 50.000 millones de euros (US$51.600 millones) en subsidios al gas y la electricidad, lo que mitigará el impacto a los ingresos por la inflación más alta desde la creación del euro.
“La confianza en la economía alemana ha mejorado”, dijo en un comunicado el presidente de Ifo, Clemens Fuest. “Si bien las empresas se mostraron algo menos satisfechas con sus actuales negocios, el pesimismo con respecto a los próximos meses se redujo drásticamente. La recesión podría resultar menos severa de lo que muchos esperaban”.
Sin embargo, las cifras de Ifo siguen siendo bajas mientras Alemania se prepara para una recesión debido a las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania. La decisión del Kremlin de frenar los envíos de gas natural a la economía más grande de Europa está afectando tanto a los consumidores como a las empresas y plantea dudas sobre la competitividad del país.
Las encuestas del miércoles a los gerentes de compras indicaron que la actividad económica de Alemania está retrocediendo, aunque las condiciones no se deterioraron frente al mes anterior, como habían pronosticado los economistas.
La OCDE advirtió el martes que la producción probablemente se contraerá un 0,3% el próximo año, en comparación con un crecimiento del 0,5% para la eurozona.
