El peso se recuperó este lunes después de que el Banco Central anunciara que incrementaría su intervención en el mercado de divisas –el cuarto cambio de política en seis semanas– luego del colapso del mercado de la semana pasada.
El peso, la moneda de peor desempeño del mundo este año, avanzó hasta 4,4 por ciento en comparación con el dólar, antes de reducir las ganancias a 44,80, un aumento de 2,6 por ciento. El rendimiento de los bonos del gobierno con vencimiento en 2021 cayó 56 puntos básicos a 17,34 por ciento, luego de haber subido brevemente por encima de 20 por ciento el jueves.
El Banco Central informó que comenzará a vender dólares para estabilizar el peso, anulando una promesa anterior de no intervenir si la moneda se mantenía dentro de una banda de cotización limitada. El cambio de política se produjo después de que la moneda alcanzara un mínimo histórico la semana pasada y los bonos cayeran profundamente en territorio de estrés financiero. Los analistas expresaron un cauteloso apoyo a las medidas, mientras el banco aplica un enfoque de “lo que sea necesario” para enfriar la inflación anual, en 55 por ciento.
"Es un poco incómodo que el banco necesite ajustar con frecuencia su estrategia y aumentar la potencia", asegura Daphne Wlasek, estratega macro de XP Investments en Nueva York. Pero, "cualquier medida para asegurar la estabilidad del FX es positiva".
Banco Central: las nuevas medidas bajaron el dólar
Las nuevas medidas siguen a una semana brutal para los bonos argentinos, con un rendimiento que llegó hasta 20 por ciento, en comparación con un 13 por ciento anterior. El peso perdió casi 9 por ciento la semana pasada, principalmente por una encuesta según la cual el presidente favorable al mercado, Mauricio Macri, podría perder una segunda vuelta electoral en noviembre contra su antecesora populista, Cristina Fernández de Kirchner.
Cambio de enfoque
"Con estas medidas, el banco central tiene ahora una discreción significativa para intervenir en el mercado de divisas cuando lo juzgue apropiado y por la cantidad que considere adecuada", asegura Alberto Ramos, jefe de investigación para América Latina de Goldman Sachs. Al viernes, el banco tenía US$71.900 millones en reservas extranjeras que puede aprovechar para estabilizar el peso.
Funcionarios del banco también dijeron el lunes que la banda superior de la antigua zona de no intervención, 51,4, solo serviría como barrera para una mayor intervención de US$250 millones por día a partir de ahora, en comparación con US$150 millones previamente.
El gobierno de Macri también está haciendo todo lo posible para reavivar su índice de aprobación y sus posibilidades de reelección en medio de la segunda recesión de su presidencia en Argentina. Sus ministros anunciaron controles de precios y más préstamos para pequeñas empresas hace 10 días. También detuvieron los impopulares recortes de gasto en el transporte público.
La preocupación de los inversores por la deuda y los déficits de Argentina provocó una crisis monetaria el año pasado. El peso perdió 50 por ciento de su valor frente al dólar estadounidense, la inflación se disparó en una cantidad similar y el banco central pasó por tres presidentes mientras perdía credibilidad.
El Fondo Monetario Internacional, que administra una línea de crédito récord de US$56.000 millones para Argentina, respaldó las nuevas medidas del banco central. Algunos analistas señalaron que el anuncio del lunes eliminó efectivamente la zona de no intervención que el banco había impuesto en octubre pasado tras el acuerdo con el FMI.
"Es otro gran cambio a un plan monetario ya bajo presión", dijo Pablo Waldman, jefe de estrategia de INTL FCStone. "Ahora seguramente intervendrá con fuerza para enfriar presiones inflacionarias y estabilizar la moneda mientras se aproximan las elecciones presidenciales".