Traders en Argentina avizoran un cóctel difícil de digerir para el mercado cambiario local en 2023. Preocupan una mezcla de factores que incluye la escasez de dólares, la creciente expectativa de que haya un cambio político, un exceso de pesos, entre otros. Aquí los riesgos a vigilar, que podrían llevar al Gobierno a ajustar tanto por precio (con devaluación) como por cantidad (con un cepo más ajustado):
Sequía de trigo
Las dificultades que atraviesa el campo argentino podrían agravar la escasez de divisas en el país el año que viene. Los niveles de agua en la zona agrícola son muy bajos y las estimaciones del sector generan preocupación. El valor de la cosecha caería casi US$8.000 millones a precios actuales y el banco central perdería US$7.400 millones el próximo año, advirtieron la semana pasada economistas de Alberdi Partners, en Buenos Aires. La mayor tensión se sentirá a principios del segundo trimestre de 2023 y forzará al Gobierno a convalidar una devaluación, dijeron.
¿Crisis para la deuda en pesos?
Los elevados vencimientos que debe afrontar la Argentina hasta las elecciones de 2023 representan un desafío difícil de sortear. El monto nominal de los bonos que vencen en 2022 y 2023 asciende a los 10 billones de pesos. Pero, dado que las tasas de interés de estos instrumentos superan el 100%, la cifra a cancelar sería prácticamente el doble. Esto equivale a cuatro veces el total del dinero en circulación de la economía argentina (es decir, la base monetaria). Si el Gobierno no logra renovar estos vencimientos, se verá obligado a emitir más pesos y encender así uno de los principales motores que ejercen presión sobre la inflación y el peso en la Argentina.
Con todo, el Gobierno empezó esta semana con el pie derecho, al lograr una renovación del 163% de los vencimientos en la primera licitación de deuda del mes.
La sequía golpea a la fábrica de dólares argentina: la soja
Expectativas de un levantamiento del cepo
La pérdida de popularidad de los candidatos que podría tener el oficialismo alimentan la expectativas de un drástico cambio de rumbo después de diciembre de 2023. El mercado presume que un Gobierno más ortodoxo se inclinaría por levantar las restricciones cambiarias y unificar los tipos de cambio, convalidando de esta manera un peso más débil. Algunos candidatos ya lo han confirmado abiertamente, como el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en entrevista con Bloomberg News.
Para los traders, esta percepción generará incentivos para que los grandes tenedores de g mantengan las divisas en su poder, lo que restará oferta en el mercado cambiario y profundizará las presiones sobre la moneda local durante la transición.
Encarecimiento de los precios de energía
Las importaciones de energía costaron al Gobierno un promedio de US$1.000 millones mensuales en el invierno de 2022 y se convirtieron, de esta manera, en la principal causa de pérdida de reservas del Banco Central este año. El 2023 no luce más prometedor. Sin el gas ruso fluyendo hacia Europa, los mercados globales de gas permanecerán más ajustados. Europa consumirá el año próximo la energía que en otros tiempos hubiera demandado el mundo emergente. “Las preocupaciones sobre la seguridad energética en Europa están impulsando la pobreza energética en el mundo emergente”, dijo Saul Kavonic, analista de energía de Credit Suisse Group AG. “Europa absorbe gasolina de otros países a cualquier costo”, mencionó. Los precios se incrementarán, y especialmente para Argentina, que debe ofertar por gas en licitaciones al contado, con precios de mercado.
La cifra que habla: -US$295 millones
Es la cantidad de dólares que vendió el Banco Central únicamente en las dos primeras rondas de la semana, según estimaciones de PR Corredores de Cambio. El mercado cambiario sufre la ausencia de la oferta de divisas del sector agropecuario, luego de que en septiembre la implementación del “dólar soja” estimulara las ventas.
--Con la colaboración de Anna Shiryaevskaya y Jonathan Gilbert.
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