El presidente Vladimir Putin contrarrestó las advertencias de Estados Unidos de que Rusia podría invadir Ucrania en cuestión de días con reuniones televisadas con sus ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa en las que se hizo hincapié a la reducción de las tensiones y en los continuos esfuerzos para encontrar una solución diplomática a la crisis de seguridad.
Los comentarios fueron las señales más fuertes hasta ahora de que el Kremlin continuará las conversaciones para aliviar la confrontación en una crisis que ha generado temores de guerra en Europa. El domingo, funcionarios estadounidenses advertían que una invasión rusa de Ucrania podría ser inminente, aunque Moscú lo descartó calificándolo de “histeria”. Occidente amenazó a Rusia con severas sanciones económicas si atacaba.
El lunes, en una conversación con el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, Putin dijo que “está bien” a una propuesta de que Rusia continúe las conversaciones con EE.UU. y sus aliados sobre las garantías de seguridad que Moscú ha exigido. Poco después, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, informó que algunas de las maniobras militares masivas que Rusia está llevando a cabo ya concluyeron, mientras que otras terminarán más adelante. No especificó los planes para el regreso de las tropas a sus bases, pero otros funcionarios han dicho que volverán una vez terminadas las operaciones.
EE.UU. ha exigido a Rusia que retire unos 130.000 soldados que, según dice, Rusia ha concentrado cerca de la frontera con Ucrania, muchos de ellos en el marco de los ejercicios descritos por Shoigu. Hasta ahora, Moscú ha rechazado esos llamados y ha pedido a EE.UU. y sus aliados que den amplias garantías de seguridad, incluida la prohibición de una mayor expansión de la OTAN.
EE.UU. descartó esa posibilidad, pero ofreció conversaciones sobre restricciones a los misiles y medidas para generar confianza, lo que Lavrov calificó de “constructivo”. Recomendó a Putin que continúe las conversaciones sobre esas cuestiones, al tiempo que amplía los esfuerzos para lograr mayores garantías de seguridad. Lavrov dijo que Rusia redactó una respuesta de 10 páginas a EE.UU. y sus aliados sobre las propuestas.
“Este es un mensaje claro: las cosas van bien, sigamos hablando”, dijo Fiodor Lukyanov, jefe del Consejo de Política Exterior y de Defensa, que asesora al Kremlin. “Nuestra parte está demostrando fuerza, pero no estamos planeando nada”.
Sin embargo, Shoigu no anunció un retiro de tropas y todavía no hay certeza de que los esfuerzos diplomáticos vayan a ser suficientes para calmar los temores del Kremlin sobre lo que considera movimientos amenazadores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia sus fronteras. Las conversaciones sobre la implementación de un acuerdo de paz en el este de Ucrania, donde Rusia ha apoyado a los separatistas desde la guerra de 2014, siguen estancadas. El parlamento ruso va a considerar esta semana una moción para reconocer a los cuasi Estados separatistas, una medida que complicaría, si no hundiría, esas discusiones.
Pero tras semanas de criticar las respuestas occidentales a sus demandas de seguridad por considerarlas inadecuadas, Lavrov dijo a Putin que todavía había esperanzas de que las conversaciones pudieran dar lugar a un acuerdo. Aunque EE.UU. y sus aliados han rechazado las principales propuestas de Moscú por considerarlas inútiles, Lavrov dijo que las ofertas iniciales ayudaron a “sacudir” a las capitales occidentales, incitándolas a hacer ofertas sobre los misiles y otras cuestiones que Moscú llevaba tiempo buscando.
Cuando Putin le preguntó si creía que había posibilidades de éxito, Lavrov dijo: “Advertimos que las conversaciones interminables sobre cuestiones que deben resolverse hoy son inaceptables, pero como jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores, debo decir que siempre hay una posibilidad”.