Las ventas de casas nuevas en Estados Unidos cayeron inesperadamente en noviembre, impulsadas por una fuerte caída en el sur y sugiriendo un camino lleno de baches hacia la recuperación del mercado inmobiliario.
Las compras de nuevas viviendas unifamiliares disminuyeron el mes pasado un 12,2% a un ritmo anual de 590.000, un mínimo de un año, según datos publicados el viernes por el Gobierno. El pronóstico medio en una encuesta de economistas de Bloomberg pedía una tasa de 690.000.
La caída de las ventas podría representar un revés temporal para un mercado inmobiliario que, por lo demás, está mejorando. Los informes de principios de semana mostraron un máximo de seis meses en viviendas iniciadas y un repunte en el apetito de los constructores de viviendas.
Las perspectivas para el mercado de viviendas nuevas han mejorado a medida que las tasas hipotecarias a 30 años han vuelto a estar por debajo del 7% en medio de expectativas de que la Reserva Federal esté dispuesta a recortar costos de endeudamiento el próximo año. Además, los constructores están aprovechando los escasos inventarios en el mercado de reventa y atrayendo a los compradores con incentivos como tasas hipotecarias subsidiadas y recortes de precios.
