La ventaja de Lula da Silva disminuye en plena carrera presidencial de Brasil
El presidente Jair Bolsonaro está reduciendo la brecha con el principal líder opositor, ya que el aumento de la ayuda a los votantes más pobres mejora su visión de su Gobierno.
Lula da Silva |
cedoc
Andrew Rosati y Isadora Calumby
El presidente Jair Bolsonaro está reduciendo la brecha con el líder opositor Luiz Inacio Lula da Silva en la carrera presidencial de Brasil, ya que el aumento de la ayuda a los votantes más pobres mejora su visión de su Gobierno.
Bolsonaro también está teniendo más éxito a la hora de atraer a los partidarios de otros candidatos cuyas campañas están perdiendo impulso, según una nueva encuesta.
Una encuesta de Quaest publicada el jueves reveló que el 46% de los brasileños quiere que Lula gane las elecciones de octubre, frente a un 44% de marzo. Al mismo tiempo, el 31% dijo que quiere que Bolsonaro se adjudique un segundo mandato, frente a un 26% anterior.
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Bolsonaro, de 67 años, un excapitán del ejército que llegó al poder denunciando la corrupción y los excesos del Estado, ha visto subir su popularidad tras aumentar los pagos de asistencia social y mejorar las perspectivas económicas. Lula, de 76 años, expresidente durante dos mandatos, sigue siendo el claro favorito, pero su ventaja disminuye a medida que candidatos menos populares abandonan la carrera y los votantes migran a su rival.
La encuesta, encargada por la corredora de São Paulo Genial Investimentos, descubrió que los índices de aprobación del Gobierno se han disparado en la región norte, donde las granjas de soja y ganado se encuentran con la selva amazónica, y en el rico sur, que generalmente han sido bastiones de apoyo para Bolsonaro. Lula sigue siendo mucho más popular en el empobrecido noreste de Brasil.
A pesar de las ganancias recientes de Bolsonaro, Lula aún lo vencería por más de 20 puntos porcentuales en una segunda vuelta, según la encuesta.
La encuesta de 2.000 personas se realizó entre el 30 de marzo y el 3 de abril y tiene un margen de error de más o menos 2 puntos porcentuales.
La semana pasada, el exjuez Sergio Moro, quien se convirtió en un nombre familiar por encarcelar a Lula por supuestos cargos de corrupción, suspendió su propia candidatura. El tribunal supremo de Brasil anuló las condenas el año pasado y dictaminó que el exjuez no fue imparcial.
