En diálogo con Canal E, la economista Antonella Semadeni explicó cómo la inflación del 2,3% en octubre refleja la dinámica cambiaria y detalló los desafíos que enfrenta la economía argentina hacia fin de año.
La inflación de octubre acompañó al tipo de cambio
Para Semadeni, el dato inflacionario de octubre no sorprendió: “La inflación evolucionó al mismo ritmo que el tipo de cambio”, señaló, explicando que el dólar subió un 2,3% mensual, al igual que el índice general de precios. “Habíamos tenido seis meses consecutivos donde el tipo de cambio variaba por encima de la inflación, pero ahora se emparejaron”, destacó.
La economista precisó que, en el período de abril a octubre, el tipo de cambio creció un 28%, mientras que la inflación lo hizo solo un 12%. Según indicó, la inflación núcleo —que excluye precios regulados y estacionales— volvió a ubicarse por encima del 2%, “algo que no pasaba desde 2018”. “Hay que ver cómo sigue la dinámica de ese rubro, porque marca la tendencia de mediano plazo”, subrayó.
Salarios, consumo y pérdida de poder adquisitivo
Semadeni destacó que los rubros con mayores aumentos fueron alimentos (2,3%), vivienda y transporte (más del 3%), presionados por tarifas y combustibles. “Dentro de alimentos, el aumento de carnes explica un punto de la suba total”, agregó, junto con frutas y lácteos.
Sobre los salarios, advirtió una mejora parcial: “El salario privado muestra una recuperación en forma de B, pero sigue 30% por debajo del nivel de 2018”, precisó. Aun así, subrayó que muchos trabajadores no sienten esa mejora: “El salario no refleja los aumentos en los costos fiscales como gas, electricidad y alquileres; por eso el ingreso disponible es menor”, explicó.
Consultada por el consumo, Semadeni reconoció que crece el uso del ahorro y del crédito: “El consumo siempre es la contracara del empleo y la actividad económica”, dijo. Mencionó que sectores como agricultura y minería se mantienen sólidos, mientras que “industria y construcción, que representan el 50% del empleo, todavía no logran recuperar niveles previos”. “Si la actividad no mejora, hay menos margen para negociar salarios y se resiente el consumo”, advirtió.