La economía de Brasil enfrenta un momento delicado de cara a 2025, con señales de desaceleración que generan preocupación tanto en el plano interno como internacional. Según Patricio de la Barra, en diálogo con Canal E, “la política económica que llevó adelante el presidente Luiz Inácio Lula da Silva no ha dado el resultado esperado”, al punto de que el país “por primera vez en la historia contemporánea deja de ser una de las diez mayores economías del mundo”.
El periodista sostuvo que, pese a algunos indicadores oficiales positivos, el panorama real es más complejo. “Ha habido cierto maquillaje del Instituto Brasileño de Estadísticas y Geografía”, afirmó, y cuestionó especialmente los datos sobre empleo. Si bien el desempleo se ubica en 5,2%, aclaró que “noviembre y diciembre son meses donde se contrata mucho por el turismo y las fiestas”, lo que distorsiona la lectura del mercado laboral.
El ingreso récord de turistas —más de nueve millones— ha sostenido parcialmente la actividad económica. “Son más de 1.200.000 argentinos los que han circulado por Brasil”, explicó, aunque advirtió que este impulso es coyuntural y no resuelve los desequilibrios estructurales.
Tasa de interés récord y temor inflacionario
Uno de los mayores desafíos es la política monetaria. “Brasil tiene una tasa de interés en torno al 15%, una cifra histórica”, señaló De la Barra. Según explicó, el Banco Central se resiste a bajarla por miedo a un rebrote inflacionario, aun cuando los economistas buscan aliviar el costo del crédito.
A esto se suma la reciente reforma del impuesto a la renta. “A partir de 5.000 reales ya no se paga impuesto”, recordó, lo que implicará “una pérdida de recaudación de 28.000 millones de reales”, equivalentes a unos 6.000 millones de dólares. Para el analista, este agujero fiscal “va a generar muchas dificultades para cumplir las políticas fiscales del gobierno”.
Elecciones, consumo y dudas sobre el rumbo económico
De cara al proceso electoral, el escenario es incierto. “El gobierno está apostando todas sus fichas al consumo”, advirtió De la Barra, mientras el Banco Central mantiene una postura restrictiva. Esta tensión impacta directamente en la confianza de los mercados. “El riesgo de Brasil es un termómetro clave para el crédito internacional”, sostuvo.
El periodista también cuestionó los datos inflacionarios oficiales. “Se habla de una inflación del 4,5%, pero en el supermercado los precios subieron entre 30 y 40%”, afirmó, reflejando el malestar social que podría condicionar las chances de Lula.
En ese contexto, concluyó: “Si no hay un cambio fundamental en la política económica, la reelección de Lula se vuelve mucho más compleja”.