En una entrevista con Canal E, el editor de economía de Infobae, Matías Barbería, explicó los alcances de la intervención del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en el mercado de futuros. Con estimaciones privadas, el economista detalló que el costo de la estrategia oficial para contener la suba del dólar habría alcanzado los 500.000 millones de pesos, con consecuencias directas en la emisión monetaria. También abordó la dinámica de los contratos operados, la efectividad de las medidas adoptadas y los desafíos que enfrenta el Tesoro ante una licitación clave.
Una intervención millonaria para frenar la suba del dólar
Según Barbería, aunque no hay datos oficiales inmediatos, economistas privados estimaron que el Banco Central perdió cerca de $480.000 millones durante julio como consecuencia de su posición en el mercado de futuros, cifra que en su cobertura fue redondeada a $500.000 millones por cuestiones editoriales.
Indicó que esta pérdida surge de que el BCRA estuvo “vendido en dólares a un precio muy por debajo del que terminó cerrando”. En paralelo, mencionó que el FMI había advertido un aumento de 3.000 millones de dólares en la posición en futuros del Banco Central, pasando de 2.000 millones a 5.000 millones durante ese mes.
Emisión monetaria y efectos sobre la base
Barbería confirmó que estas pérdidas representan emisión monetaria pura, ya que “si el Banco Central compra una docena de medialunas, eso ya es emisión”. Aclaró, sin embargo, que el impacto sobre la base monetaria total fue relativamente bajo: “es el 0,2%, comparado con los 10 billones que se volcaron en un solo día cuando desarmaron las LEFI”.
Estrategia oficial y dinámica del mercado
El editor de Infobae explicó que el BCRA concentró sus operaciones principalmente en los tres primeros contratos de dólar futuro, los de más corto plazo, y no habría roleado toda su posición al vencer el contrato de julio. Según dijo, esto sugiere una estrategia de intervención puntual frente a un contexto de alta volatilidad, que luego dio paso a una postura más pasiva: “parece haber habido una cierta resignación... ya hicimos muchas cosas, mejor dejémoslo estar”.
La relevancia de los contratos cortos
Consultado sobre los contratos de dólar a más largo plazo, como los de enero de 2026, Barbería fue categórico: “no solemos valorar mucho la predicción de dólar de los contratos más largos porque tienen poco volumen”. En su análisis, remarcó que el 90% del interés del mercado se concentra en los tres primeros contratos, por lo que mirar más allá de ese horizonte tiene escasa utilidad analítica.
Expectativas frente a una licitación clave del Tesoro
Respecto a la licitación del Tesoro de la próxima semana, donde vencen casi 25 billones de pesos, Barbería advirtió sobre la acumulación de vencimientos a muy corto plazo y señaló que la preocupación no pasa tanto por si se renueva todo, sino por la creciente concentración en instrumentos de muy corto plazo.
“El Tesoro va a intentar alargar plazos, no pagar tanta tasa y mantener bastante seca la plaza de pesos”, explicó. Agregó que la reciente suba de encajes a los fondos comunes de inversión “saca pesos sin subir la tasa” y que eso podría ayudar marginalmente.
Tensión entre expectativas y credibilidad del esquema cambiario
Barbería también puso el foco en las tasas de caución y de decap a 3, 4 y 5 meses como indicadores clave para anticipar movimientos del mercado: “se puede leer que el Banco Central está siendo muy generoso con los inversores o, a la inversa, que los inversores no le creen al techo de la banda”. Aclaró que no se inclinaba por una interpretación sobre otra, pero que ese era un eje relevante para monitorear en el corto plazo.