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En Ecuador se intensifican los controles en la calle por la violencia

En medio de la ola de violencia en las principales ciudades del país, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, firmó un decreto declarando el estado de "conflicto armado interno" y ordenando a las Fuerzas Armadas a "ejecutar operaciones militares para neutralizar" el accionar de bandas criminales.

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Ecuador en estado de "conflicto armado interno" | AFP

La decisión del mandatario ecuatoriano de decretar el “conflicto armado interno” se dio poco después de que hombres con fusiles y granadas ingresaran a un canal público de Guayaquil.

Estado de guerra

Para hablar sobre esta situación, Canal E se comunicó con el analista internacional Alejandro Laurnagaray quien expresó que, “Ecuador está en un estado de guerra”. 

Según Laurnagaray, el crimen organizado en Ecuador venía creciendo por parte de los grupos narcotraficantes. Y aclaró: “Antes de la declaración de de guerra contra estas agrupaciones criminales, ya se había declarado un estado de excepción que se suma esta situación de conflicto interno”.

En esa misma dirección, el analista explicó que actualmente “se restringen muchos derechos frente a las necesidades del Estado de llevar adelante este combate contra estas agrupaciones que ya venían poniendo en peligro a la población civil”.

Apoyo nacional

Con respecto a la reacción de la población y los diferentes sectores políticos, Laurnagaray contó que, “hay un apoyo mayoritario tanto de la población, como de los sectores políticos para llevar adelante esta guerra que se complicó”.

Para el analista, el Estado se había debilitado en los últimos años “por las reiteradas políticas de ajuste,  aplicadas en una desinversión fuerte en cuestiones de seguridad” y por ende, “los grupos criminales venían controlando, y todavía no se ha resuelto, las cárceles”.

Grupos criminales vs Estado

En ese mismo sentido, contó que, “los grupos criminales venían disputándole las rutas comerciales y áreas al Estado” y hoy “el Gobierno pretende recuperar la soberanía territorial y el control de las instituciones que se ven amenazadas”.

Por último, añadió: “Este estado no paraliza la situación Ecuador pero sí habilita a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional a ejercer un control mucho más fuerte en todo el territorio nacional fundamentalmente las zonas de fronteras”.