En diálogo con Canal E, el economista Isaías Marini describió el estado actual del dólar y alertó sobre la fragilidad de las reservas del Banco Central frente a los compromisos con el FMI.
“Es un veranito”: advertencia sobre reservas y presión del FMI
Marini explicó que las señales recientes del Gobierno son mixtas respecto a la compra de divisas, con funcionarios del Banco Central y el Ministerio de Economía dando mensajes distintos. Aun así, subrayó que el contexto estructural es delicado: “Estamos desde un punto de partida muy frágil”.
Detalló que el Tesoro cuenta con apenas 100 millones de dólares depositados, mientras que el Banco Central tiene cerca de 5.000 millones en reservas netas. Sin embargo, si se descuentan el swap y los criterios del FMI, “está en menos 13.000 millones, por debajo de los mínimos de los inicios de gestión de este gobierno”.
Ante los compromisos de fin de año, el organismo exige una acumulación de 11.000 millones de dólares: “A todas luces es un número imposible de alcanzar”, afirmó. Marini espera que, aun sin admitir un cambio explícito, el Gobierno termine acelerando las compras de divisas para cumplir mínimamente con las metas y para sostener la baja del riesgo país.
Con un escenario internacional favorable y un resultado electoral que redujo la prima de riesgo, el economista reconoce que se recuperó el crédito en dólares y que “estamos en un pequeño lugar dulce para el gobierno, un veranito”, pero insiste en que la base macro sigue siendo muy frágil.
Dólar a $1.430 y bandas cambiarias: ¿está atrasado el tipo de cambio?
Consultado sobre si el dólar de 1.430 pesos está atrasado, Marini contextualizó que en las últimas semanas la divisa bajó por oferta extraordinaria de ON corporativas y por el adelantamiento de coberturas antes de las elecciones. Explicó que la frase del ministro Caputo —que se siente cómodo con un dólar de $1.500— implica que ese nivel marca el tope deseado: “Es un tipo de cambio cercano al techo, bastante cercano hoy”.
Aun así, advirtió que no alcanza para generar un superávit robusto de cuenta corriente: “La respuesta es no”, dijo con claridad. El Gobierno, agregó, ganó algo de margen para sostener el esquema actual, pero cree que tarde o temprano deberá recalibrar bandas o ajustar el ritmo de depreciación para facilitar la acumulación de reservas.
Sobre si deberían eliminarse las bandas, Marini señaló que en un mundo ideal el dólar debería flotar libremente: “Lo óptimo sería que el tipo de cambio flote”. Sin embargo, reconoció que en Argentina la volatilidad de la demanda de dinero podría generar saltos bruscos que se trasladen a precios.
Con una inflación que ronda el 2% mensual y bandas que se ajustan solo al 1%, advirtió que “tus bandas reales son cada vez más chicas”, lo que genera apreciación real del peso y presión sobre la cuenta corriente si el esquema no se corrige.