En diálogo con Canal E, el profesor de Historia Latinoamericana en Ciencia Política, Lucas Luchillo, explicó cómo el reciente episodio violento impacta en la agenda migratoria del expresidente estadounidense. “La reacción de Trump es muy agresiva”,centrada en amenazas de cerrar el ingreso a inmigrantes del “Tercer Mundo” y reforzar expulsiones.
Para Luchillo, esas declaraciones buscan capitalizar el impacto político del caso pero también ocultan contradicciones internas de la propia gestión del exmandatario. El historiador explicó que el afgano acusado, identificado como Lacanwal, llegó a Estados Unidos dentro del programa de evacuación de colaboradores afganos luego del retiro estadounidense de Afganistán en 2021. Ese plan permitió recibir a 76.000 refugiados que habían trabajado con agencias estadounidenses.
Según detalló el entrevistado, “este señor… trabajaba como soldado o suboficial en una fuerza paramilitar vinculada a la CIA”, por lo que su vida corría peligro si permanecía en Afganistán.
Del refugio al asilo: controles bajo la administración Trump
Luchillo explicó que Lacanwal pasó de condición de refugiado a asilado, un cambio clave porque permite una inserción social plena: “pasás de un estatuto provisorio y frágil a uno mucho más sólido”.
Lo relevante —y políticamente incómodo para Trump— es que ese asilo fue otorgado en abril de este año, durante su propia administración, tras un proceso que incluye chequeo de huellas, entrevista personal y evaluación de riesgos. Es decir, el mismo sistema que hoy Trump denuncia avaló al hombre acusado del ataque.
Para el entrevistado, esto vuelve evidente una estrategia política: sobreactuar para no asumir responsabilidades internas. “Había sido considerado apto… no constituía un riesgo”, recordó, señalando que el aparato de control migratorio de Trump aprobó el estatus del acusado.
Luchillo también señaló que aún no se conocen los motivos del ataque, y que podrían influir factores vinculados al trauma de guerra: “Puede ser mala praxis o cuestiones que no se detectan”. Destacó que los entornos de refugio suelen ser “muy sórdidos” y que se trata de un veterano que combatió junto a Estados Unidos.
Por eso, aclaró que este no es el tipo de caso que encaja en los estereotipos que el propio Trump usa para justificar su narrativa antiinmigrante.