Lucas Ripoll, empresario del sector automotriz, dialogó con Canal E sobre la innovación que permite transformar una Mercedes-Benz Sprinter en un vehículo 4x4 sin modificar su estructura original.
De urbano a todoterreno: innovación con sello argentino
“Los caminos los hace uno al andar y eso es lo que hacemos nosotros hace muchos años”, sostuvo Ripoll, al explicar el contexto adverso en el que nace su emprendimiento de reconversión de vehículos Sprinter en unidades 4x4.
El empresario remarcó que “nunca es el momento ideal para tomar decisiones a nivel macroeconómico”, pero que pese a ello, el sector automotriz argentino ha sabido avanzar con “coraje y valor”. En su empresa, apostaron por desarrollar un sistema de conversión completamente local, que permite transformar una Sprinter urbana en un vehículo todoterreno con prestaciones mejoradas y respaldo oficial de repuestos y servicio.
“Fue un proceso desafiante y el orgullo absoluto es que haya sido 100% local”, señaló Ripoll, destacando la importancia del desarrollo interno en ingeniería, sin recurrir a piezas importadas. La transformación incluye no solo tracción en las cuatro ruedas, sino 10 cm extra de despeje al suelo, y la posibilidad de añadir un snorkel lateral para vadeos profundos, ideal para zonas de difícil acceso.
Un vehículo, múltiples soluciones
La propuesta de Ripoll no busca reemplazar el modelo original, sino complementarlo. “Sprinter sigue siendo Sprinter, simplemente pasa por manos nuestras para transformarse en un todoterreno que el cliente disponga”, explicó. Este tipo de conversión permite, por ejemplo, que una empresa reduzca costos operativos al reemplazar varias camionetas por una sola unidad con mayor capacidad de traslado.
“El porte del Sprinter no tiene comparación: una empresa petrolera puede reemplazar 4 vehículos por uno solo que traslada a 20 personas”, señaló el empresario, marcando la ventaja logística de su solución frente a una flota tradicional de pickups 4x4.
Además, no se reemplazan partes originales del vehículo, sino que se agregan componentes especialmente diseñados para no interferir con la estructura, electrónica o chasis. Todas las piezas agregadas cuentan con respaldo de repuestos, asegurando la postventa y durabilidad de la conversión.
En cuanto a la estética, Ripoll aseguró que si bien no es necesario modificar el rodado original, muchos clientes optan por hacerlo por una cuestión visual y de agarre. “El vehículo queda mejor, más lleno en lo que es el alojamiento de la rueda”, añadió.
La transformación no está limitada a un solo uso: puede aplicarse tanto a vehículos vacíos de carga como a motorhomes o unidades con ventanas. “La intervención que hacemos no interfiere con la configuración interna del vehículo, lo que permite múltiples aplicaciones”, concluyó.