En diálogo con Canal E, Natalia Motyl, economista, explicó los efectos de los vencimientos, la falta de dólares y el impacto del acuerdo comercial con Estados Unidos.
La presión sobre las reservas y el error conceptual del Gobierno
Motyl explicó que el vencimiento del baureal representa un fuerte drenaje para un Banco Central sin capacidad de respuesta: “La Argentina no tiene dólares propios”, afirmó. El pago, dijo, ocurre en un contexto de reservas netas negativas cercanas a los 16.000 millones y con un esquema cambiario rígido que requiere intervenciones permanentes.
Según la economista, el actual escenario de cuenta corriente y cuenta capital se agrava por la salida de fondos del sector privado: “El ahorro del sector privado en los últimos 10 meses alcanzó un récord de 36.000 millones de dólares y sólo el 17% ingresó al sistema financiero”. El resto se fuga, obligando al Estado a endeudarse para sostener la salida.
Motyl advirtió además que existe un diagnóstico equivocado dentro del Gobierno: “Hay un error conceptual fuerte al creer que comprar dólares con emisión necesariamente aceleraría la inflación”. Para la economista, en un contexto donde hay demanda de pesos, la compra de divisas no debería ejercer una presión inflacionaria significativa.
Riesgos hacia 2026 y el impacto del acuerdo con Estados Unidos
De cara al futuro, la economista cuestionó la estrategia oficial de desinflación basada en mantener un tipo de cambio atrasado, especialmente sin reservas que actúen como respaldo: “Si no tenés las reservas necesarias, el día de mañana vas a tener que soltar el tipo de cambio”. Recordó que, antes de la intervención de Estados Unidos vía Bessent, “esto era corrida cambiaria”.
Sobre el nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos, Motyl fue tajante: “Argentina y Estados Unidos no son países complementarios, son sustitutos”. Esto implica que el acuerdo favorecería más las importaciones que las exportaciones, profundizando el drenaje de divisas.
Motyl advirtió que la combinación de un tipo de cambio atrasado y un tratado que facilita el ingreso de bienes norteamericanos puede generar un escenario crítico: “Lo peor que nos puede pasar en 2026 es un repunte fenomenal de las importaciones”, lo que agravaría la fragilidad externa del país.
La economista sumó además un riesgo financiero internacional: “Las últimas noticias del Banco de Japón ya están generando salida de capitales de países emergentes”. Y concluyó con un mensaje claro: “La prioridad debería ser dejar flotar el tipo de cambio y recomprar dólares para fortalecer el balance del Banco Central”.