En diálogo con Canal E, el economista, Pablo Das Neves, evaluó la situación del cepo cambiario y advirtió sobre los riesgos que enfrenta la economía en un contexto de intervención constante.
Das Neves explicó que actualmente “no existe cepo para personas físicas, pero sí para personas jurídicas”. Detalló que esto afecta especialmente a las compañías extranjeras: “Las empresas que invierten en Argentina no pueden girar utilidades a sus casas matrices”, lo que disminuye su interés en traer capital.
Según el economista, esta restricción tiene un fundamento coyuntural: la fragilidad de las reservas del Banco Central y las obligaciones asumidas con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, reconoció su efecto contraproducente: “Si una empresa no puede ver los rendimientos de su inversión, pierde totalmente el atractivo de invertir en el país”.
Además, recordó que este tipo de controles cambiarios se ha aplicado en distintos momentos de crisis en economías emergentes y citó un antecedente: durante la presidencia de Mauricio Macri hubo una fuerte salida de capitales a raíz de la crisis de la lira turca, situación que presionó al sistema financiero local.
El economista remarcó que la falta de acumulación de reservas complica aún más el panorama actual: “El gobierno no está llegando a la meta de reservas de ninguna manera”, lo que dificulta pensar en levantar el cepo para empresas.
Un dólar que golpea el techo de la banda
Consultado sobre el tipo de cambio, Das Neves fue claro al afirmar que el régimen de bandas cambiarias no refleja el valor real del dólar: “Las bandas no permiten que el dólar alcance su verdadero valor de mercado”.
Explicó que el precio del dólar se mantiene constantemente presionado hacia el techo de la banda, forzando la intervención oficial. En este contexto, sostuvo que la estabilidad cambiaria reciente se sostiene gracias al apoyo externo: “Si no fuera por la asistencia del Tesoro de Estados Unidos, la economía argentina estaría en una situación mucho peor”.
Das Neves también advirtió sobre la debilidad institucional que implica la ausencia de un presupuesto aprobado por el Congreso: “El presupuesto debe funcionar como un ancla de expectativas”. Afirmó que la aprobación del proyecto es clave para enviar señales de previsibilidad a los mercados.
Finalmente, consideró que el Gobierno deberá revisar pronto el esquema cambiario: “Este dólar artificialmente bajo impide acumular reservas y pensar en levantar el cepo para las empresas”, por lo que sugirió avanzar hacia una política cambiaria más alineada con el mercado.