En un contexto de cambio climático acelerado, científicos de la Universidad McGill en Canadá han lanzado una advertencia alarmante: el aumento del nivel del mar podría poner en riesgo de inundaciones regulares a más de 100 millones de edificios en el Sur Global si las emisiones de combustibles fósiles no se controlan de manera urgente.
Este análisis, basado en mapas satelitales de alta resolución y datos de elevación, representa la primera evaluación a gran escala edificio por edificio de los impactos potenciales en regiones vulnerables como África, el sudeste asiático y América Central y del Sur.
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La investigadora principal, la profesora Natalya Gómez, enfatizó la gravedad del problema: "El aumento del nivel del mar es una consecuencia lenta pero imparable del calentamiento que ya está impactando a las poblaciones costeras y continuará durante siglos. La gente a menudo habla de subidas de decenas de centímetros o quizás un metro, pero en realidad podría seguir subiendo muchos metros si no dejamos de quemar combustibles fósiles rápidamente".
Según el estudio, incluso en un escenario optimista con recortes rápidos de emisiones, se espera un alza de 0,5 metros para finales de siglo, lo que inundaría tres millones de edificios en el Sur Global. Si se cumplen los objetivos del Acuerdo de París, el nivel podría subir 0,9 metros para 2100 y alcanzar 2,5 metros para 2300, dejando cinco millones de estructuras por debajo de la marca de marea alta.
En el peor de los casos, con emisiones altas y colapso acelerado de glaciares antárticos como el Thwaites, el mar podría elevarse hasta cinco metros para 2100 y hasta 20 metros en escenarios extremos, afectando 45 millones de edificios con una subida de cinco metros y hasta 136 millones con 20 metros.

Estas proyecciones se alinean con informes más amplios de agencias como la NOAA, que predicen al menos dos pies (0,6 metros) de alza en la costa de EE.UU. para 2100 en escenarios de emisiones reducidas, y hasta 2,2 metros en casos de altas emisiones con derretimiento rápido de hielo. La expansión térmica del agua oceánica y el derretimiento de capas de hielo polares son los principales impulsores, exacerbados por subsidencia en deltas fluviales.
Las regiones más expuestas en el Sur Global incluyen deltas densamente poblados en Brasil, como Natal, donde puertos clave para la red alimentaria mundial podrían sumergirse, afectando a las economías interconectadas.
El profesor Eric Galbraith, coautor del estudio, advirtió: "Todos dependemos de bienes, alimentos y combustibles que pasan por puertos e infraestructura costera expuesta al aumento del nivel del mar. La disrupción de esta infraestructura esencial podría causar estragos en nuestra economía y sistema alimentario globalmente interconectados".
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En Europa, aunque menos afectado que el Sur Global, ciudades como Londres y puertos en el Reino Unido enfrentan riesgos crecientes, con inundaciones de marea que podrían extenderse a áreas interiores como Peckham.
Proyecciones globales del IPCC y NASA indican que para 2100, el nivel del mar podría subir entre 0,6 y 1,1 metros en escenarios moderados, pero hasta 2 metros en los peores, afectando deltas tropicales y megaciudades costeras donde viven 20 de las 26 urbes más grandes del mundo
En EE.UU., la costa este y del Golfo verán inundaciones de marea alta 300% a 900% más frecuentes que hace 50 años, con ciudades como Nueva Orleans y Annapolis enfrentando docenas de eventos anuales para 2030. La NOAA estima que al menos un pie de alza para 2050 en la costa estadounidense, impulsando la necesidad de inversiones en resiliencia costera.

Expertos como el profesor Jeff Cardile expresaron sorpresa por la magnitud: "Nos sorprendió el gran número de edificios en riesgo por un aumento relativamente modesto del nivel del mar a largo plazo".
El MIT advierte que escenarios extremos podrían requerir trillones de dólares en infraestructura, como diques y manglares, y desplazar cientos de millones de personas, con el 30% de la población mundial viviendo a menos de 50 km de la costa. Países como Egipto, Mozambique y Tanzania en África podrían ver los mayores impactos en la población, con migraciones masivas.
La urgencia radica en que incluso con mitigación, el calentamiento ya incorporado garantiza subidas inevitables, pero reducir emisiones ahora podría limitar el daño a largo plazo. Informes como los de Earth.Org destacan ciudades como Ho Chi Minh, Nueva Orleans y Dubái en alto riesgo, con hasta el 20% de sus áreas inundadas para 2100. La comunidad internacional debe priorizar la adaptación, como elevar estructuras y restaurar ecosistemas costeros, mientras acelera la transición energética para evitar catástrofes.
BGD/DCQ