El ídolo contra el poder. La popular contra la platea. La ropa deportiva contra la camisa. El club contra las empresas. El personalismo contra la gestión. Tanto el oficialismo como la oposición tienen distintas metáforas para graficar lo que se pondrá en disputa hoy en la Bombonera. No es un partido de fútbol, sino algo más importante: la perspectiva xeneize en los próximos cuatro años.
Las elecciones en Boca, que se realizarán después de dos postergaciones –del 2 al 3 y luego del 3 a este 17 de diciembre–, nunca confrontaron tan claramente dos visiones de club, de fútbol y hasta de la Argentina. Juan Román Riquelme y Mauricio Macri –que es candidato a vice y lleva como cabeza de fórmula a su exministro Andrés Ibarra– competirán luego del interminable duelo judicial que aún sigue y embarró los comicios hasta límites insospechados.
El presidente Javier Milei irá a votar, como para agregarle otro aditivo a la enorme politización partidaria que adquirió Boca en las últimas décadas, desde que el club sirvió como trampolín para que Macri llegara a la Jefatura de Gobierno porteño y a la Casa Rosada.
En una Bombonera reconvertida por tres carpas gigantes, lo que permitirá cumplir el sueño de pisar el césped, 94.188 personas están habilitadas para votar entre las 9 y las 18. Las dos fuerzas adelantan que se superarán largamente los 36 mil de las elecciones de 2019, cuando la fórmula Jorge Amor Ameal-Riquelme derrotó a las listas conformadas por Christian Gribaudo-Juan Carlos Crespi y por José Beraldi-Royco Ferrari.
Esa elección marcó el fin de 24 años ininterrumpidos del macrismo en el club y el inicio de una confrontación directa que se agudizó en este año electoral, sobre todo cuando Macri confirmó que iba a formar parte de la lista opositora. A eso ahora se le suma la participación de Milei, que confirmó su presencia en la red social X (ex Twitter). “Yes”, contestó a un posteo del periodista Martín Liberman. El presidente libertario, socio activo número 76.296, votará en la mesa 20.
Las elecciones habían quedado en un limbo luego de que la oposición las judicializó y acusó al oficialismo de “serias irregularidades en los padrones”. Esa denuncia motivó la intervención de la jueza Alejandra Abrevaya, quien suspendió los comicios. No obstante, la Sala E de la Cámara de Apelaciones en lo Civil consideró que el fallo en primera instancia estaba mal concedido, lo revocó y fijó fecha de elecciones para este domingo. Sobre el final de la semana, la oposición presentó una nueva cautelar, que también se tramita en el juzgado de Abrevaya –hermana de Sergio Abrevaya, que formó parte de la coalición de Juntos por el Cambio–, en la que solicitaron que los 13.364 socios objetados votaran en mesas separadas del resto. Eso fue concedido, lo que motivó un comunicado oficial del club: “La jueza demostró una clara connivencia con Ibarra y Macri. Es de una gravedad institucional notable”, apuntó. Los 13.364 socios objetados deberán votar separados y podrán ser filmados con el veedor interventor de la Inspección General de Justicia (IGJ).