COLUMNISTAS
Escenario de segunda vuelta

Bullrich o Larreta

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| G.P.

La patria consultora imagina ahora cuál de los escenarios de segunda vuelta para Unión por la Patria y su candidato, Sergio Massa, es peor o mejor: Bullrich o Larreta.

La suerte del oficialismo depende en buena medida del resultado de las PASO de Juntos por el Cambio. ¡Gran suspenso!

Al mismo tiempo, sabemos que los 4,1 millones de votos perdidos por el ya extinto FdT en el año 2021 fueron consecuencia directa (¡ay!) de la crisis de ingresos en que se encontraban los hogares, cuyos miembros en edad de votar lo habían acompañado en 2019.

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Más de cuatro millones de votos, que en ningún caso fueron a la oposición de Juntos por el Cambio, prefirieron en su inmensa mayoría no ir a votar.

La suerte del oficialismo depende en buena medida del resultado de las PASO de JxC

Mientras los delirios de los gurúes acontecen, el Consejo del Salario se reunió el jueves y aprobó por mayoría un aumento del salario mínimo vital y móvil (SMVyM) del 34% en tres tramos (julio a septiembre), lo que elevará ese ingreso a 105.500 pesos este mes, a 112.500 en agosto y a 118 mil pesos en septiembre, lo que fue rechazado por la CTA Autónoma, en tanto la CTA de Hugo Yasky se abstuvo en la votación. Dos clásicos.

Una línea de pobreza para hogar tipo 2 metropolitano (cuatro miembros) que es típico de los hogares pobres (el hogar indigente tiene más de cuatro miembros) ascendió en abril a $ 203.361 mensuales y la canasta de indigencia para igual hogar a $ 96.148.

Los perceptores de ingreso para los hogares pobres son 1,4 mientras en los indigentes son de 0,9. O sea el SMVyM “actualizado” no alcanza a cubrir el 50% de una canasta de pobreza y está en línea con la de indigencia.

No sorprende entonces, como se observa en el gráfico, que el SMVyM esté en sus mínimos históricos desde el año 2015, cuando Cristina Kirchner abandona el gobierno con el más alto SMVyM regional medido en dólares y poder adquisitivo interno.

Una fórmula competitiva

Técnicamente, el salario mínimo vital y móvil es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.

Además, este monto es un indicador para calcular la liquidación del salario social complementario del plan Potenciar Trabajo del Ministerio de Desarrollo Social y el Programa Acompañar bajo la órbita de Mujeres, Géneros y Diversidad.

El SMVyM no solo impacta en las prestaciones mencionadas, sino que también lo hace en los requisitos para acceder a otros programas como las becas Progresar del Ministerio de Educación y la asignación universal por hijo (AUH) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

Poco tiempo

Según el economista Federico Cagnani, es necesario poner en contraste la importancia del Consejo del Salario Mínimo como herramienta de política tanto macroeconómica (ya que el incremento en los salarios se reflejará en mayores recaudaciones fiscales, mayor consumo e incremento de la producción) como microeconómica (mejora el poder adquisitivo de las familias y el bienestar general) y como elemento fundamental en el proceso de distribución de la riqueza, ya que implica incrementar el piso de salarios de aquellos sectores más vulnerables, no solo creando mayores oportunidades, sino equiparando hacia arriba las clases sociales. Un SMVyM que se encuentre por arriba del costo de las canastas de indigencia y pobreza tiende a achicar la brecha entre pobres (haciéndolos menos pobres) y ricos, genera un mayor nivel de consumo interno (aquellos sectores menos favorecidos tienden a inclinarse tanto por la industria nacional, el turismo nacional, etc.), lo que favorece el incremento de la producción. La situación fiscal del Estado mejora por mayor recaudación tanto en los sectores bajos, medios y altos, donde es el Gobierno el que tiene la capacidad redistributiva de la riqueza.

Es necesario un salario mínimo como base y punto de partida del resto de las negociaciones. Un salario que mínimamente pueda cubrir las canastas de consumo para no ser pobre.

Nada de esto sucede, pero igual qué conviene más al oficialismo, ¿Bullrich o Larreta, estimados lectores de PERFIL?

*Director de Consultora Equis.