Queda una semana para la presentación de candidaturas a presidente cuyo plazo vence el sábado 24 de junio a cincuenta días para las PASO.
Siete días, muy poco tiempo, tan poco como le queda a la oposición neoliberal mayoritaria, para elaborar algo más que las ya claras amenazas sobre las reformas de ajuste que vendrán si ganaran la elección.
La opinión pública, sin embargo, ya conoce los beneficios de esas “reformas” con las que Juntos por el Cambio –en sus variantes de palomas o halcones– advierte a la sociedad.
Tanto las conoce que Mauricio Macri fue el único presidente constitucional que, tras completar su primer mandato, ya no fue reelecto.
La oposición alimentó la aparición de la opción libertaria, que le sacará votos
Hizo muchos méritos para ello, claro. Duplicó el desempleo, la indigencia, la pobreza, la inflación y achicó el PBI (sobre cuatro años de gestión neoliberal se creció solo en uno) y bajó la participación de los trabajadores sobre el ingreso del 51,8% al 46,2% en solo cuatro años, récord desde el año 1983, una pérdida de participación de los trabajadores equivalente a 70 mil millones de dólares, una vez y media el “préstamo” del FMI.
Como frutilla del postre, el ingeniero Macri y su valet contrajeron un megapréstamo delictivo – equivalente al 60% del total prestado por el FMI a sus socios– que restituyó al Fondo Monetario como gendarme de la economía argentina, luego de que, el 3 de enero del año 2006, Néstor Carlos Kirchner lo apartara trabajosamente pagando 9.810 millones de dólares al organismo.
Préstamo delictivo que, todos sabemos, de no reformularse el tipo de acuerdo firmado por Juntos por el Cambio y convalidado por un sector mayoritario del FdT, nos conducirá a una nueva megacrisis, de la que lo único que puede discutirse, es el formato que esta vez asumirá.
Y aún hay más. Electoralmente las actuales amenazas de Juntos por el Cambio fueron tan eficaces que, en las elecciones intermedias del año 2021, a pesar de los 4,1 millones de votos perdidos por el entonces Frente de Todos (hoy Unión por la Patria), ninguno fue a engrosar el caudal electoral de la coalición neoliberal opositora, que permaneció estancado.
La memoria del desastre macrista hizo que un sector importante de la ciudadanía que, habiendo votado en el año 2019 al actual oficialismo, y por insatisfacción con el rumbo socioeconómico del Gobierno, ya no lo hiciera en el año 2021 y prefiriera no votar, antes que ejercer un voto castigo a través de Juntos por el Cambio.
Para colmo de males para la coalición neoliberal, en el año 2021 no existía sino embrionariamente la opción “libertaria” que, aunque por lo visto en la saga de elecciones provinciales, electoralmente está con pronóstico nacional reservado, de existir, erosionaría básicamente el estancado caudal de votantes de Juntos por el Cambio. Sería una gran pena para la coalición mayoritaria, pero, así es la vida, el que se acuesta con niños, amanece mojado.
Pocos días para presentar candidatos, muchos problemas y panorama incierto para la oposición neoliberal que tiene la desdicha primero de haber gobernado y tras llovido, mojado, haber alimentado la aparición de un personaje bizarro que, de tener algún voto nacional, se los arrebatará básicamente a ellos.
Pero no solo la oposición está urgida. El oficialismo no puede tampoco relajarse, hay poco tiempo para él también.
Si en el año 2021 la situación socioeconómica lo llevó a perder 4,1 millones de votos (solo en La Matanza perdió 250 mil), no parece que haya tomado debida nota de las causas de aquella debacle.
En el cuadro de apertura se observa la evolución de los salarios en el lapso comprendido entre los años 2019 y 2023.
En líneas generales y por diversas fuentes oficiales se observa una muy leve mejoría en salarios registrados, jubilaciones y pensiones mínimas y una caída catastrófica en los salarios informales, desmoronamiento que hace que el promedio de los salarios totales de marzo del año 2023 aún estén 3% por debajo respecto a diciembre del año 2019, año en que, recordemos Macri fue eyectado de la presidencia por el voto popular.
Poco tiempo, en el oficialismo y la oposición para presentar candidaturas ante la Justicia Electoral, pero muy poco tiempo para que estas candidaturas puedan, sin rubor, presentarse ante una ciudadanía que, ya transformada en malevaje extrañado, los mire sin comprender.
Poco tiempo, y el tiempo es tirano, estimados lectores de PERFIL.
*Sociólogo. Director consultora Equis.