Gane o pierda la selección de fútbol, la política continúa activándose en búsqueda de movidas estratégicas. No buscan impacto en la opinión pública sino ordenarse internamente para poder dar la batalla electoral de 2023 en mejores condiciones. En Juntos por el Cambio los movimientos son fuertes. La discusión por las candidaturas entre Macri, Larreta y Bullrich es cada vez más intensa y tiene repercusiones en la estrategia nacional y en las distintas elecciones locales. Aunque el fundador del PRO esté en Doha, no debemos olvidar que antes de irse se reunió con Martín Llaryora, intendente de Córdoba capital y próximo candidato a gobernador por el oficialismo cordobés. Muchos lo criticaron por el encuentro y otros se preguntaron por qué criticar que dos que piensan distinto se junten. El tema a develar es por qué se juntaron. Obvio que no se trató de un encuentro social.
El peronismo de Juan Schiaretti quiere conservar la provincia y Macri precisa los votos de Córdoba, que fueron los que le hicieron ganar la presidencia. No por nada Luis Juez recorre los canales de TV, despotricando contra Macri porque no le da el apoyo a su candidatura a gobernador. También se especula con la aparición en escena de una candidatura presidencial de Schiaretti, y el intento de construcción de un peronismo del medio. Algunos piensan que lo haría para colaborar con el gobierno nacional, buscando quitarle votos a la oposición, otros piensan que es para garantizarse el control de su provincia y hacerle un guiño a Macri en lo nacional si este le respeta lo local. Como sea, de Córdoba se va a hablar mucho en los próximos tiempos. También de la Capital Federal, en donde Larreta ha presentado a su gabinete económico y además decidió no hacerle fácil las cosas al primo Macri en su aspiración a jefe de Gobierno. El apoyo implícito a dos candidatos taquilleros como Lousteau y Quirós a la Jefatura son un modo de decir: “Estoy dispuesto a abrirme al radicalismo, ya que sin ellos no se puede pensar en gobernar el país”, al tiempo que cuando le critican que quiere dejar al PRO sin su joya más valiosa, pone a Quirós como un emergente auténtico de esa fuerza política.
Estos líos que tiene Cambiemos en Córdoba y en CABA también los tiene en Tucumán, en donde ante el adelanto de las elecciones para mayo, teniendo enfrente la fórmula Jaldo-Manzur –recientemente avalada por la Corte provincial–, los dirigentes de Cambiemos compuestos por radicales y Germán Alfaro, el actual intendente de San Miguel, no saben cómo resolver su interna. Difícil que lo vayan a resolver por encuesta. Tanto en Tucumán como en Córdoba, por ley, no hay PASO provincial. En Tucumán solo podrían hacer una interna cerrada entre afiliados, y en Córdoba Rodrigo de Loredo plantea una interna abierta que Juez no acepta.
¿Acuerdan o se rompen y van separados? Veremos. ¿Podrá Macri imponer su liderazgo y ordenar las cosas o su enfrentamiento con Larreta llegó a un punto de no retorno? Son interrogantes que inquietan a la oposición, que además de los conflictos internos comienza a ser tironeada por Milei por un lado y, por otro, por el peronismo, que no se da por vencido y está empecinado en ver por qué caminos logra, tanto en las provincias como en el nivel nacional, romper Cambiemos.
En este sentido el radicalismo se ha convertido en la niña bonita de la disputa. Los quieren las palomas de Cambiemos, los quieren los peronistas. Vale recordar que, en el último discurso de Cristina ante La Cámpora, les habló a los propios pidiéndoles que dejen de ser dogmáticos. Les recordó que ella y Néstor no se fueron con los Montoneros de la Plaza, que permanecieron leales a Perón, y no solo volvió a reivindicar al yrigoyenismo como inicio de la movilidad social ascendente, sino que además reconoció a Alfonsín como bandera de la democracia. Y pidió un acuerdo democrático. Obviamente, les está hablando a los radicales.
Las declaraciones de Emilio Pérsico en el programa de TV de Fantino luego de reunirse con la vicepresidenta, diciendo que quieren que un sector del radicalismo más Schiaretti se integren a un frente político en contra de Cambiemos, reafirma que no se trató de un mero discurso sino de una línea de acción. No le será fácil al oficialismo avanzar en ampliar su frente si no logra coherencia interna.
*Consultor político.