COLUMNISTAS
opinión

Hoy y mañana

20231022_voto_urna_na_g
Urna. Asumamos nuestra responsabilidad ciudadana. | NA

A partir de hoy quedará consagrado que el sistema político argentino dejará de ser tal cual lo conocimos en las últimas dos décadas. Pase lo que pase. Haya o no segunda vuelta. Más allá de quienes la protagonicen. También si del ballottage quedara afuera el triunfador de las primarias y la ráfaga contra la casta acaba en una brisa efímera.

Como es lógico, en estas últimas horas los comandos de campaña de las tres fuerzas con chances de llegar a la Casa Rosada exudaron optimismo. Nada que sorprenda, sea por acción psicológica o por convencimiento.

El resultado dará el veredicto final, además de definir el grado de la mutación política que sobrevendrá.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Resulta obvio a esta altura que los mayores cambios llegarían de la mano de Javier Milei y su imprevisible gobernabilidad. El uso del potencial obedece menos a la veda y más a las dudas en torno a las propuestas y a quienes las ejecutarían.

A su alrededor se armó un club de ex. Nacionalistas, fascistas, menemistas, conservadores, liberales, massistas, macristas y algunas otras especies que se creía en extinción se subieron al carro de la disrupción retrógrada. ¿Eso es la anticasta o la nueva política?

Manotazos de último momento

Semejante rejunte se alimentó, claro, de un candidato que logró llamar la atención y seducir a un tercio de votantes, que expresan en las urnas su comprensible frustración ante una dirigencia que le ha empeorado la vida y ni siquiera puede construir una módica esperanza consistente.

De por sí, esa señal electoral de las PASO debiera haber interpelado al resto de los partidos. Por lo que se observó, en muchos casos no necesariamente tomaron nota.

En el ejercicio del poder, el oficialismo y sobre todo Sergio Massa apelaron a la artillería disponible. Obvio, recurrieron a medidas que intentan llevar alivio a los bolsillos golpeados por la inflación acelerada y que parte de la oposición calificó de irresponsables.

Amén de esas iniciativas que hacen todas las gestiones cuando detectan que están cerca de perder (como hizo Mauricio Macri en 2019), Massa redobló la apuesta y se “independizó” de su propio gobierno. La estrategia incluyó el rebranding de la marca de la coalición y hasta esconder al Presidente y a la Vicepresidenta de la campaña y de actos públicos.

Independientemente de que asistamos a los resultados que arroja esa maniobra, muy cerca de Massa aseguran que igual habrá una reconfiguración importante del espacio. Pase o no a la segunda vuelta. ¿Verdad u otra promesa preelectoral?

En JxC las cartas parecen más marcadas, tal como se ha explicitado durante todo el período proselitista, en especial desde el segundo puesto global en las primarias de agosto.

A Patricia Bullrich, que hizo una bandera de su aspereza interna y externa, se le ha dificultado estrechar filas con gran parte del radicalismo, la Coalición Cívica y el peronismo republicano, que habían apoyado al derrotado Horacio Rodríguez Larreta.

Insaurralde, Milei, Melconian y la campaña sucia

Ni siquiera sedujo a todo el PRO, empezando por el propio Macri. Un caso de diván el del expresidente. A sus coqueteos con Milei les sumó un respaldo contundente a

Bullrich recién sobre el final, aunque evitó críticas de fondo al candidato libertario: le pegó porque no va a poder hacer lo que dice más que lo que dice.

Según admiten fuentes partidarias, una mala performance electoral detonaría a JxC. Consideran que sería un sinsentido continuar simulando la unidad que requiere la coalición para ser competitiva electoralmente a nivel nacional. Hay fracturas demasiado expuestas.

Estas elucubraciones formarían parte de un debate más o menos interesante sobre lo que viene a partir de mañana. Claro, eso si no fuera que este lunes 23 la vida sigue, reabre la cotización del dólar y quienes ponen precios en nuestra convulsionada economía toman decisiones. Las angustias generales pueden agravarse. O no.

Hay coincidencia de que el principal problema de la Argentina es más político que económico. Asumamos nuestra responsabilidad ciudadana que da el poder del sufragio. Y vayamos a votar.