Solo dos escenarios aparecen en la cabeza de Javier Milei en relación con la cita electoral de hoy: una victoria contundente en primera vuelta, el objetivo de máxima, o un segundo round para definir la conducción de la Casa Rosada contra Sergio Massa. También, tiene un mensaje que se encargó de señalar en las últimas horas y repiten, a coro, todos sus candidatos: que La Libertad Avanza, pese a la falta de estructura, puede gobernar el país a partir del próximo 10 de diciembre.
Ayer, el líder libertario estuvo trabajando de manera intensa con sus equipos técnicos, repasando planes de gobierno e intercambiando miradas con sus colaboradores más estrechos. Si algo le molesta al economista, es que se diga, como remarcan sus adversarios, que su llegada a la jefatura de Estado puede ser “un salto al vacío” y que “no está preparado” para ser presidente. Por eso, muestra gobernabilidad y se preocupa en señalar que, a diferencia de otros candidatos, sabe exactamente qué hacer ante los desafíos que existen.
“Obviamente que estamos preparados para gobernar, contamos con los equipos técnicos, nos reunimos periódicamente. No somos ningunos irresponsables, caso contrario no estaríamos acá”, planteó uno de los hombres de mayor cercanía al diputado nacional a horas del comienzo de la votación ante este medio. Bajo este contexto, no fue casual que la máxima figura de La Libertad Avanza, en varios pasajes de su discurso de cierre de campaña el pasado miércoles, se pregunte, con grandes dosis de euforia y en referencia directa a las críticas opositoras: “¿De qué salto al vacío me hablan? Los únicos que se van a caer son los chorros de la casta”.
La posibilidad de ganar en primera vuelta aparece en la mayoría de los radares del frente libertario y es alimentada en público y en privado por Milei aunque también hay voces que, como contó PERFIL en su edición del sábado, piden prudencia. Sin sondeos que lo avalen, en LLA consideran que hay varios factores que si se coordinan pueden hacer realidad el eslogan Milei presidente.
“No somos ningunos irresponsables”, dicen en el equipo de LLA
Uno está relacionado con la fiscalización, una obsesión para los referentes del partido, que desde el 13 de agosto se dedicaron a reclutar, mayormente por redes sociales, a autoridades de mesa. Bajo ese marco, prometen duplicar la cantidad de personas a cargo de custodiar votos en las grandes localidades, con el apoyo de la estructura del gremio de gastronómicos que conduce Luis Barrionuevo, que desde hace un mes empezó con las tareas de capacitación y reparto de merchandising alusivo al denominado león libertario.
Otro está ligado a los ausentes de la votación de las primarias, enojados con la política: son aquellos que podrían asistir a las urnas apostando a la fuerza que terminó primera en las PASO. Y, por último, se habla de los votantes de Juntos por el Cambio, antikirchneristas, que se volcarían a LLA por ser la opción que mayores chances tiene de ser recambio de gestión. Puertas adentro, dicen que la principal alianza opositora “está sin coordinación, rota” tras las primarias intensas que atravesaron. Con un agregado: que en caso de que exista un ballottage, el rival será Sergio Massa y no Patricia Bullrich.
El día después. Pase lo que pase, Milei continuará en modo presidenciable, enseñando equipos técnicos y dando señales contundentes de que es posible llevar a cabo sus múltiples reformas de tres generaciones motosierra en mano. Porque en cualquier escenario, como dice uno de sus postulantes, “La Libertad Avanza se metió de lleno para dar la batalla cultural, llegamos para quedarnos”.