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La deuda de Macri

Mauricio Macri
El expresidente inició un debate sobre el endeudamiento de los últimos años en la Argentina. | CEDOC

Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff son dos economistas estadounidenses especializados en el estudio de deuda externa. Docentes de la Universidad de Harvard y asesores del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, en los últimos años se han concentrado en el caso argentino. Hace una década publicaron Esta vez es distinto. Ocho siglos de necedad financiera, donde advierten que desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, Argentina ha pasado más de un tercio de su tiempo entorpecida por procesos de reestructuración con acreedores externos.

Reinhart y Rogoff también señalan a la Argentina como un ejemplo de “serial defaulter”, en referencia a aquellos países que tienen tendencia a caer repetidamente en cesación de pagos porque son presa de una trampa cíclica: los principales inversores prefieren evitarlos y dirigir su capital hacia mercados menos riesgosos, lo que ocasiona un frecuente shock de déficit que, a su vez, produce un renovado default.

El proceso de endeudamiento y su negativo impacto en la economía evidencia un histórico y delicado obstáculo al desarrollo argentino, que se ve representado en altísimos índices de devaluación, inflación y pobreza. Es un flagelo crónico y en constante crecimiento que refleja un fenómeno profundizado durante la dictadura pero que la democracia no ha podido resolver.

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El debate en torno a la deuda se acrecentó esta semana luego de que Mauricio Macri regresara tras su descanso europeo para meterse de lleno en la campaña. En medio de una amable entrevista en el canal LN+, y sin que nadie le preguntara sobre la agenda más controvertida durante su gobierno, el expresidente decidió hablar sobre la deuda.

Macri se acomodó en el estudio de televisión, sacó una hoja, señaló un gráfico y apuntó: “La deuda promedio por año que tomó el gobierno de Cristina Kirchner, da 17.000 millones de dólares, 12.000 millones de dólares nosotros. Y este es el desastre de lo que está haciendo el Gobierno ahora de vuelta, el kirchnerismo en su nueva versión. Récord de deuda en un sólo año. Casi 34.000 millones de dólares”.

El expresidente retomaba la estrategia que había lanzado María Eugenia Vidal pocos días antes. Con la misma consigna y por el mismo canal, la precandidata del PRO iniciaba el embate sobre el nivel de deuda reciente: “Alberto Fernández lleva, en este año y medio, un endeudamiento de 30 mil millones de dólares. Se está endeudando más rápido por año que Mauricio Macri. Son datos. Son hechos. Que sigan hablando”.

El macrismo sostiene que Alberto Fernández aumentó la deuda.

El macrismo se basó en un informe elaborado por Guido Sandleris, extitular del Banco Central y exdocente de la Universidad Torcuato Di Tella, donde se contempla la “deuda pública consolidada”, que suma a la deuda pública la deuda del Banco Central, compromisos ante el CIADI, deudas del Plan Gas y otros elementos que no se detallan.

Lo que tampoco se aclara en el documento es que durante la gestión de Juntos por el Cambio el endeudamiento se realizó en moneda extranjera, mayormente en dólares, mientras que la comparación con la gestión del Frente de Todos es inexacta porque ahora la deuda crece en pesos, principalmente, ajustada por inflación.

De acuerdo a las estadísticas anualizadas que presenta el Ministerio de Economía, la deuda que dejó Cristina en 2015 equivalía a 240.665 millones de dólares, el 30,7% en moneda nacional y 69,3% en dólares. Mientras que la que produjo Macri en 2019 fue de 323.065 millones de dólares, el 22,2% en pesos y el 77,8% en dólares.

De lo que se desprende que durante la gestión macrista el endeudamiento aumentó en 82.400 millones de dólares, en su totalidad en moneda extranjera. En tanto que en julio de este año, la deuda pública nacional suma 343.894 millones de dólares, por lo que creció 20.829 millones de dólares, el 26% en pesos y el 74% en moneda extranjera. En síntesis: Macri aumentó la deuda en dólares y Alberto lo hizo en pesos.

“Es importante distinguir lo que fue un endeudamiento récord en moneda que no emitimos, versus un endeudamiento en moneda que sí emitimos para financiar políticas públicas que protegen a nuestra gente”, concluyó el jueves Martín Guzmán en la Comisión Bicameral del Congreso, que se realizó para analizar la situación de la deuda.

 

La deuda es la causa del déficit fiscal que llegó a un récord durante este año.

La reunión había sido convocada para debatir en torno al nivel del endeudamiento argentino y fue llevada a cabo en el salón de las Provincias del Senado. Tuvo asistencia perfecta de los legisladores del Frente de Todos, mientras que en representación de Juntos por el Cambio solo estuvo Luciano Laspina, diputado del PRO y vicepresidente de la Comisión Bicameral.

Laspina replicó: “No coincido con esto de que hay un déficit bueno, cuando el gasto lo hago yo, y un déficit malo, cuando el que gasta es de otro color político. Está bien el ‘Nunca más’ al endeudamiento. Pero también hay que plantear el ‘Nunca más’ al déficit. Porque la deuda es la consecuencia, no la causa, del déficit fiscal”.

Es cierto, como bien señalan en la oposición, que el endeudamiento es resultado del desmedido gasto público y la falta de competitividad externa. Y también es verdad que, a diferencia del rígido control en las cuentas estatales que siempre priorizó Néstor Kirchner, con sus ya célebres superávits gemelos comercial y fiscal, los últimos gobiernos kirchneristas no han podido mostrar la misma fortaleza.

Cristina Kirchner dejó en 2015 un rojo en el balance fiscal del 5%, mientras que Alberto Fernández presenta este año el peor resultado en décadas con un pico de 6,5% producto, en mayor medida, por el impulso del Estado a la economía tras los efectos de la pandemia. En tanto que Macri había bajado el déficit a 0,4% en 2019.

Macri aumentó la deuda en dólares y Alberto lo hizo en pesos.

Doctor en Historia, investigador principal del Conicet y coordinador del Área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Eduardo Basualdo es uno de los economistas que más ha analizado el devenir de la deuda en Argentina. En Endeudar y fugar: un análisis de la historia económica argentina, el docente de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de San Martín demostró que el endeudamiento externo y la fuga de capitales representan desde hace décadas el mayor desafío para la economía argentina.

“La problemática de la deuda externa y la fuga de capitales locales al exterior han signado, de una forma u otra, el comportamiento económico, social y político de las últimas cuatro décadas en nuestro país”, enfatizó Basualdo en su monumental obra, que ya se ha convertido en un verdadero clásico para examinar el proceso y, fundamentalmente, el negativo impacto del endeudamiento en Argentina.

La misma tesis y el mismo análisis fueron retomados por Guzmán en las últimas horas, luego de verse obligado a responder al macrismo por la utilización de la deuda en clave electoral. El ministro de Economía no acumulaba semejante caudal de presencia en los medios desde hacía tres meses, cuando había atravesado su mayor crisis política tras una disputa abierta que lo enfrentó con Federico Basualdo, subsecretario de Energía, por el aumento de las tarifas.

Federico es hijo de Eduardo. Sólo la deuda de Macri podía unir a los Basualdo con Guzmán.