Algunos analistas y asesores financieros partimos de la certeza de que no podemos pronosticar. Sobre esta base agudizamos nuestros sentidos para tratar de leer qué nos está contando el mercado en cada momento, ya que sí reconocemos a éste como un reflejo de las expectativas colectivas. Y si podemos leer adecuadamente qué hay detrás del equilibrio en cada momento, quizás tengamos la oportunidad de poner las chances a nuestro favor al momento de invertir.
No vamos a elaborar mucho aquí sobre las predicciones económicas, sólo queremos destacar el siguiente matiz: es frecuente “leer” en el mercado una expectativa de un futuro relativamente distante que coexiste con un comportamiento casi opuesto en el corto plazo.
Concretamente, nuestros modelos de tasa de interés nos muestran que el mercado opera con una devaluación implícita a un año del 26% (un tipo de cambio algo por encima de $ 18) con los números al pasado miércoles. Al mismo tiempo, la caída desde el pico de principios de marzo acumula 9%, y la pregunta es dónde está la demanda para los dólares de la soja.
Dicho de manera economicista, desde varios puntos de vista como, por ejemplo, el de la competitividad, el tipo de cambio actual parece bajo pensando a un año en presencia de inercia inflacionaria. La consistencia macro requerirá un tipo de cambio con tendencia alcista con el correr del tiempo. Pero al mismo tiempo, en lo inmediato la oferta de dólares se muestra más fuerte que la demanda, bajándolo.
La flotación cambiaria cumple tres meses y queremos repasar esta corta experiencia para intuir dónde pueden estar las fuerzas del mercado. En el período, el tipo de cambio de referencia que publica el Banco Central tuvo un mínimo de $ 12,81, un máximo de $ 15,92, y un promedio de $ 14,29, es decir que se movió dentro de un rango de aproximadamente tres pesos con cambios de unos 15 centavos por día en promedio. Sin embargo, al transitar ese rango notamos que cuando estuvo por debajo de $ 15, en los diez días posteriores se devaluó 5%, mientras que cuando estuvo por encima de ese nivel se apreció en similar proporción, siempre tomando promedios. De hecho, los dos rangos de precio más frecuentes han sido $ 13,50/$ 14 (al cual no se ha vuelto desde finales de enero) seguido por $ 15/$ 15,50 (tocado por última vez el 11 de marzo).
Este último parece ser el nivel en torno al cual las fuerzas entran en conflicto, y se presenta relevante para las decisiones cambiarias de corto plazo.
* Prack Asset Management