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Truchez individual, podredumbre general

Marcelo D’Alessio 02142019
Marcelo D’Alessio | Télam

Ahora que nadie conoce a Marcelo D’Alessio –supuesto abogado, falso experto en narcotráfico, seguro lobista y extorsionador presunto en nombre del fiscal Carlos Stornelli– y que todos se despegan del juez Luis Rodríguez, convendría no detenernos solamente en ellos para aprovechar e iniciar un proceso irreversible de transparencia en la Justicia Federal.

Vayamos primero a ciertos detalles “anecdóticos”. Gran parte de las afirmaciones que hizo el ahora detenido D’Alessio respecto a su supuesto poder e influencia han quedado expuestas como mentiras. ¿Es imposible que haya hecho negocios con su mitomanía? No sería el primero ni el último.

Ahora bien, eso no quita que Stornelli no tenga que dar ciertas explicaciones delicadas. Por ejemplo, qué tipo de relación tenía con D’Alessio, con quien compartió reuniones en Pinamar y en el quinto piso de Comodoro Py, donde funciona su fiscalía, y cantidad de mensajes amigables por Whatsapp. Curioso, porque en los tribunales federales de Retiro la imagen de Stornelli dista bastante de la del cantante brasileño Roberto Carlos y su millón de amigos.

Comodoro PyMe (parte I)

El fiscal principal de la causa por corrupción más importante de la historia argentina también debería aclarar los motivos por los cuales tardó casi una semana en denunciar ante la Justicia a D’Alessio, pese a lo gravísimo que significaba que lo estuviera mencionando como el destinatario de un chantaje en una investigación judicial. Acaso estuviera lento de reflejos o solo escuchara las voces laudatorias que tanto le deben.

Con el juez Rodríguez sucede algo similar. Acusado por la viuda del fallecido secretario privado de Kirchner de cobrarle una coima de US$ 10 millones para sobreseerlo, los mismos que miraban para otro lado en Py y en el Consejo de la Magistratura ahora le apuntan con todo. Y hasta salen causas en las que había aplicado el mismo modus operandi y nadie se había dado cuenta… Además del caso del enriquecimiento de Muñoz & Flia, se suman los desfalcos por la mina de Río Turbio (donde chocó feo con Stornelli), la súbita prosperidad del número dos de Carlos Zannini y la infinita generosidad del detenido José López para llamativas obras en la Tucumán de Alperovich.

Comodoro PyMe (parte II)

A partir de estos destapes, que se agregan a los fallos impresentables del jubilado Oyarbide (desnudado por el ex contador K en relación a peritajes falseados sobre el patrimonio de Néstor y Cristina), resurge fuerte la movida de reabrir causas por corrupción ya cerradas en vista de las irregularidades detectadas en su resolución judicial.

Claro que serían los mismos habitantes de Comodoro Py de los últimos años los que se harían cargo de la resurrección de esas investigaciones. Ni a Francis Ford Coppola se le hubiera ocurrido recurrir a semejante desatino para ficcionar la cuarta entrega de El Padrino.