COLUMNISTAS
Día Mundial contra el trabajo infantil

Víctimas de las responsabilidades adultas

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Derechos. La falta de educación, descanso, salud y juego afectan el desarrollo integral del menor. | cedoc

El trabajo infantil constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes. En Argentina se estima que el 10% de niñas, niños y adolescentes de 5 a 15 años realiza actividades productivas: la cifra asciende al 19,8% cuando se trata de áreas rurales.

En el actual contexto de crisis económica producto de la pandemia de Covid-19, debemos prestar especial atención a todas aquellas actividades en las que niños, niñas y adolescentes son víctimas de trabajos forzados para cumplir roles que no les corresponden por su edad y desarrollo. Cuando se les atribuye la responsabilidad del cuidado infantil, de las tareas domésticas o cuando son víctimas de explotación laboral o sexual, se están violando sus derechos. Cada vez que se les impide ejercer su derecho a la salud, a la educación, al descanso, al juego y a la recreación, se priva a los niños, niñas y adolescentes de la posibilidad de lograr un desarrollo integral.

El impacto económico de la pandemia en América Latina indica un incremento de casos de trabajo infantil, producto del aumento de la pobreza, generando además un retroceso en el acceso a derechos para millones de niños y niñas. Frente a esta situación, las familias despliegan diversas estrategias de supervivencia que, en ocasiones, implican este tipo de vulneración de derechos, poniendo en riesgo la escolarización y el sostenimiento educativo, especialmente de los y las adolescentes.      

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Niñez en 2021

Cuando hablamos de trabajo infantil, muchos asocian el hecho de contribuir en las casas, realizar acciones teñidas positivamente como una posibilidad de ocupar el tiempo de ocio. Algunos incluso lo consideran como tareas que “nos preparan para el futuro”, asociando la responsabilidad con la realización personal. Pero necesitamos diferenciar una experiencia de colaboración de una responsabilidad. Debemos derribar algunos mitos basados en nuestras propias experiencias y comenzar a construir entornos seguros y protectores para niños y niñas en contexto de alta vulnerabilidad social.

Debemos evitar que los niños y las niñas asuman responsabilidades propias de los adultos: muchos de los niños y las niñas que ingresan en cuidado alternativo, llegan con dificultades escolares y sobre adaptación por la parentalización, es decir, por tener que responsabilizarse del cuidado de sus hermanos y de las tareas domésticas. Estas responsabilidades obstaculizan sus procesos educativos, impactando además en el tiempo de ocio o diversión, tan necesarios para su crecimiento.

Esta es la realidad de la que tomamos cuenta a diario y que intentamos revertir desde nuestros programas: desde Aldeas Infantiles SOS Argentina trabajamos diariamente en la construcción de entornos seguros y protectores, donde los niños puedan desarrollarse plenamente libre de cualquier forma de trabajo infantil, y sobre la base de vínculos afectivos positivos que propician la participación infantil en las actividades y asuntos que les conciernen. La construcción de una relación afectiva positiva consolidando entornos seguros y protectores, le permite a los niños, niñas y adolescentes que participan del programa de cuidado alternativo poder confiar en un adulto protector, contarle sus miedos y sus intereses, y comenzar a pensar en la escuela y en ellos mismos.

Prevenir la explotación laboral de niñas, niños y adolescentes y promover el pleno ejercicio de todos sus derechos es una responsabilidad de quienes trabajamos para y con las infancias. El rol del Estado debe ser implementar todos los recursos necesarios para acompañar a las familias tanto en su supervivencia como en la tarea de cuidado, especialmente en un contexto de pandemia. Debemos orientar todos nuestros esfuerzos para que la pandemia no arrase con los derechos de los millones de niños que habitan nuestro país. Sólo así podremos finalmente erradicar el trabajo infantil en Argentina.

*Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina.

Producción: Silvina Márquez.