Juan Schiaretti siguió los resultados de la elección de la ciudad de Buenos Aires desde Italia, y analiza qué hacer en su futuro inmediato desde lo político. Tiene dos caminos claros: aceptar la candidatura a diputado nacional como quiere Martín Lllaryora y los socios políticos del cordobesismo, sobre todo los bonaerenses, o rechazarla.
Sorpresivamente, apareció un sector de peronistas –incluidos algunos schiarettistas- que sostienen que al exgobernador “no le conviene” presentarse como postulante a diputado nacional porque tiene “poquísimas chances de derrotar a los candidatos que Javier Milei ponga en su boleta”.
En ese sentido, explican que cuentan con sondeos que indican que el candidato de Milei, sin especificar un nombre propio, derrotaría a Schiaretti por 12 puntos. En base a eso, sugieren que al caudillo peronista cordobés no le conviene arriesgar nada en estos comicios. Inclusive, algunos proponen que la función del exgobernador debería ser la de acompañar y hacer campaña con quienes sean postulantes al Congreso nacional.
Los posibles integrantes de una boleta sin Schiaretti no dan lugar a las sorpresas: pueden ser el jefe de bloque de legisladores provinciales, Miguel Siciliano, el ministro de Gobierno Manuel Calvo o el exvicegobernador y actual funcionario municipal, Héctor “Pichi” Campana.
Obviamente, no está escrita la última palabra, pero ahora aparece, al menos, una especie de tironeo entre los que quieren proteger la imagen de Schiaretti y los que consideran que si se mete en esta carrera gana cómodo y le pone límites a Milei, marcándole territorio. Será un debate interesante si es que se hace público. Hay que recordar que el propio exgobernador fue el primero en advertir puertas adentro del peronismo que no le interesaba participar de una pelea electoral este año.
Tiene hombres de su mayor confianza que no alientan su candidatura, aunque todos sugieren y están convencidos de que antes de adoptar una decisión final, mirará con mucho detenimiento la palabra de las encuestas. “Si las encuestas no lo aseguran, evitará correr esa carrera”, señalan.
Amigos no tan amigos
Hubo contactos entre el schiarettismo y referentes de Mauricio Macri, aunque también se habla de un par de contactos telefónicos personales entre los dos jefes partidarios. Sin embargo, la contundente derrota que sufrió el PRO en la ciudad Autónoma de Buenos Aires fue la conclusión de una serie de errores cometidos por la conducción de ese partido desde 2023.
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Evidentemente, la luz de Macri ya no ilumina y su palabra no contiene a lo que fue una fuerza potente a lo largo y a lo ancho de todo el país. Su última pifia fue pensar que podría controlar a Milei, quien ahora se lo quiere comer crudo. Los hirientes militantes libertarios aseguran, con mucha sorna, que el PRO es la segunda marca de La Libertad Avanza.
Macri está tan de capa caída como su enemigo interno en Boca, Juan Román Riquelme. Los dos empezaron a coleccionar derrotas.