“Es una relación que no tiene marcha atrás. Está todo mal”. La frase pertenece a una persona que conoce el día a día de la Agencia Córdoba Turismo, el organismo que siempre para estas fechas estaba acostumbrado a dar buenas noticias pero que en este 2020 particular y atravesado por la pandemia lo cierra con fricciones que son observadas desde el Centro Cívico: la que mantienen el presidente, Esteban Avilés; y el vicepresidente, Federico Alesandri.
Reuniones que se arman sin un previo aviso entre ambos, la incidencia de uno en el territorio del otro, y la tensión en el entorno de los dos, son solo algunos de los ingredientes de un arranque de temporada 2020/2021 en la cúpula de una de las agencias que más satisfacciones brindó en años anteriores.
“Turismo, en todas partes, es un ministerio de buenas noticias. Sin dudas que la pandemia, el malestar de los hoteleros, los cabañeros, los intendentes que no van a tener festivales, y la pelea adentro, obliga a hacer equilibrio adentro”, reconocieron desde el organismo a PERFIL CORDOBA.
El interrogante, de cara a lo que viene, es cómo se van a repartir el territorio veraniego para lo que viene. En el entorno de ambos reconocen que no hay una agenda definida, pero sí estarán observando si se pisan o no el territorio.
Por lo pronto, en la previa ya hubo indicios de que eso puede llegar a no respetarse. Con detalles de cómo iba a ser la temporada, Avilés armó una reunión con intendentes en Calamuchita que en el entorno de Alesandri -intendente de Embalse en uso de licencia- no cayó bien.
Es más, el propio padre del vicepresidente, el legislador departamental por Calamuchita, Carlos Alesandri, salió con durísimos comentarios en contra del titular de Turismo después de eso. “Lamentable lo de este muchacho Avilés de venir y no avisar nada a nadie. Aparte, no trajo ninguna solución después de estar ausente ocho meses”, dijo Alesandri padre en declaraciones a 97.7FM La Señal.
Los que están cerca de Avilés reconocen que hay un aval desde El Panal para este tipo de acciones. “Esteban armó reuniones con intendentes no solo de Calamuchita, sino también las hizo en el norte. Y avisa a los que les tiene que avisar. Aparte, salió después de varias en contra que le estuvieron jugando en esas movidas con los intendentes”, dijo un dirigente muy cercano al exjefe comunal de Villa Carlos Paz.
Avilés entró en 2019 como socio del gobierno que encabeza Juan Schiaretti, y tras ser electo como legislador provincial, su destino lo dejó en la Agencia. Maniobra que se ejecutó desde El Panal para tenerlo en Punilla como un tapón del senador Carlos Caserio, hoy distante del PJ cordobés.
Sin embargo, esa situación de compensaciones también se le volvió en contra. Primero, porque la vicepresidencia se creó en esta oportunidad, ya que nunca el organismo tuvo un vicepresidente. “Ese hecho inédito también contribuye para que haya fricciones. Nunca la Agencia tuvo un vicepresidente y no solo eso, sino que sea también una personalidad fuerte”, reconoció a este diario un empresario del sector privado.
El otro acto de compensación se produjo en la Unicameral, donde la comisión de Turismo la preside Mariana Caserio, hija del senador nacional. Y allí, en la Legislatura provincial, legisladores que hablan a diario con Avilés lo mantuvieron al tanto del diálogo fluido que hubo a lo largo de este 2020 de Alesandri con la legisladora provincial, y cómo se dispararon reacciones de algunos intendentes descontentos.
Avilés y la familia Caserio tienen una disputa de años. La propia legisladora provincial el año pasado le disputó la intendencia a Daniel Gómez Gesteira, el pupilo que le garantizó la continuidad a Avilés en la villa serrana. Pero es una puja que se vive casi semana a semana; porque, así como estuvo en Calamuchita, el titular de Turismo activó una reunión con intendentes en Punilla para los próximos días y no lo hará en Carlos Paz: el escenario elegido es Valle Hermoso, que gobierna Jorge Caserio, el hermano del senador.
Los festivales, otro factor de conflicto. El verano sin festivales también genera rispideces con los jefes comunales que gobiernan distritos que viven de ello. Es el caso de Cosquín, donde el intendente es el socialista Gabriel Musso, también cercano a Avilés.
El coscoíno tenía la esperanza de realizar el festival de folklore con protocolos y estaba hablado hasta que se lo bajaron hace unos días. Pero no todo el enojo viene por ahí; también hubo un descontento porque no le avisaron de la reunión de José Palazzo y los empresarios con el COE del lunes pasado, cuando hubo tensión entre el organizador del Cosquín Rock y la Provincia.
Conclusión: Musso bajó el festival de Cosquín, pero difundió el comunicado con una imagen del ministro de Gobierno, Facundo Torres.
Los privados, observan. Consultados acerca de la interna, el sector privado dividió aguas. Algunos sostienen que sí, y lo ven a Alesandri lejos de lo institucional de la Agencia; otros no ven conflictos; y están aquellos que conocen ruidos viejos, entre la gente que venía trabajando desde la gestión de Julio Bañuelos y quedó descontenta con el ingreso de Avilés.
Al mismo tiempo, observan cómo el intendente de Embalse tiene una sintonía con el PJ nacional que el carlospacense, por no pertenecer a esa fuerza, no lo tiene. Lo que, aseguran, le da otra llegada a Avilés con el empresariado local y una habilitación de Schiaretti para contener el desembarco albertista.