Carlos Aguilera no puede olvidar que su hijo Santiago estuvo cuatro días desaparecido en Villa Dolores, un lugar tan pequeño que parecía imposible no encontrarlo. Tampoco puede perdonar que, según su testimonio, el fiscal federal Enrique Senestrari haya tenido en sus manos la oportunidad de rescatarlo con vida y no la haya aprovechado.
La acusación de la familia Aguilera contra Senestrari es contundente. Carlos sostiene que cuando la policía identificó al secuestrador a las 24 horas del rapto, el fiscal se negó a interrogarlo de inmediato, pese a que la ley lo habilitaba.
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“Los policías le dijeron: 'Doctor Senestrari, lo tenemos, tiene que hablar, le tenemos que tomar el interrogatorio'. Y aparte lo marca la ley así. Debió conocer todo esto y no lo hizo. Es más, fijó en el expediente que cinco días después le iba a tomar indagatoria y a mi hijo lo torturaron cruelmente durante esos días y lo mataron", denunció.
Santiago había nacido con un problema renal grave. Pasó por diez cirugías, estuvo en diálisis hasta que su madre le donó un riñón y dependía de medicamentos que no podía dejar de tomar. Carlos asegura que le explicó esta situación al fiscal, pero que Senestrari insistía en que el joven podría haber salido "con alguna piba, con alguna novia" o comprar los remedios en una farmacia de Villa Dolores.
"Le explicábamos que no, que estos eran medicamentos que no se conseguían en cualquier farmacia. Senestrari perdió la oportunidad de recuperar a mi hijo con vida", expresó.
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Uno de los episodios más dolorosos para la familia quedó registrado en la sentencia del Tribunal Oral Federal 3, aseguró Aguilera. Según el testimonio de comisarios de la Brigada Antisecuestro, el fiscal Senestrari "empatizó con el delincuente" y le llevó torta a la celda del secuestrador.
"Esto lo dicen los comisarios de la Brigada. Es lo que se ventiló en el juicio oral", señaló Carlos Aguilera, quien atribuyó la actitud del fiscal al “garantismo muy profundo que practica".
Denuncia penal e imputación
La familia Aguilera presentó una denuncia penal contra Senestrari. Tras varios meses de insistencia, el fiscal fue imputado. La causa quedó en manos de una fiscal con base en Bel Ville, Miguel Carmona, y posteriormente intervino un fiscal de la Nación, Pablo Turano.
"A los 15, 20 días que estuvo trabajando encontró que había de sobra para imputarlo y lo imputó", relató Carlos.
El abogado de la familia, Alejandro Dragotto, declaró a Cadena 3 que la actuación de Senestrari implicó "una grave negligencia" y que desde el inicio se subestimó la gravedad del hecho. "Era una obligación del fiscal hacerle conocer al imputado que si colaboraba podía reducir su condena. Eso apuntaba a intentar recuperar a Santiago con vida y no se hizo", afirmó el letrado.
Dragotto aseguró que el fiscal consideró inicialmente el hecho como "una travesura entre chicos" y que la omisión de medidas urgentes frustró "una importante chance" de encontrar con vida a la víctima.
Los nuevos detenidos
Este lunes 15 de diciembre, el fiscal federal Maximiliano Hairabedián ordenó la detención de cuatro personas por el secuestro extorsivo y crimen de Santiago Aguilera, ocurrido en agosto de 2022 en Traslasierra. Los procedimientos se realizaron en Villa Dolores, Las Tapias y Alpa Corral, con personal de la Policía Federal y de la Policía de Córdoba.
Los detenidos son Pedro Ezequiel González, Marcos Antonio Maldonado, Jorge Alejandro Altamirano y Lucas Emanuel Rejas. Se suman a otros cuatro procesados y a dos personas ya condenadas: Walter Gil, sentenciado a prisión perpetua como autor material del secuestro y homicidio, y Julio César Ramírez, cuya condena de 12 años podría caer tras revelarse que una prueba en su contra sería falsa.
Según Dragotto, las cuatro personas detenidas recientemente habían sido individualizadas por la División Antisecuestro en septiembre de 2023, pero Senestrari no permitió que fueran detenidas. "Se perdieron dos años para la recolección de pruebas, su investigación ha sido espantosa", sentenció el abogado.
Santiago Aguilera fue secuestrado el 16 de agosto de 2022 y su cuerpo fue hallado cinco días después en un descampado de Villa Dolores. Había sido torturado cruelmente. Todos los detenidos están imputados por "secuestro extorsivo agravado, seguido de muerte intencional", una figura penal de extrema gravedad que puede acarrear penas superiores a los 25 años de prisión.
Nueva revelación sobre prueba falsa
Hace diez días, el 5 de diciembre, el fiscal Hairabedián recibió el testimonio de un instructor del expediente que confesó que la conexión a la cuenta de Gmail de Santiago Aguilera atribuida a Ramírez "no fue realizada por este acusado ni tampoco lo fue desde su domicilio".
El empleado reveló que el acceso a la cuenta de la víctima fue "una actuación investigativa de la propia fiscalía instructora" a cargo de Senestrari, desde el hotel de Villa Dolores donde se alojaban los investigadores.
"Hace cuatro días sale arrepentido un empleado del doctor Senestrari. Indudablemente les remordió la conciencia porque esto lo sabían ellos y dice que la conexión que hubo al Gmail de Santiago no fue del imputado, del condenado Ramírez, sino que la hicieron ellos. Es gravísimo todo lo que te estoy contando", expresó Carlos.
El defensor público de Ramírez, Jorge Perano, pidió su inmediata excarcelación pese a la sentencia condenatoria. El Tribunal Oral Federal 3 debe resolver ahora el pedido.