En las próximas horas, Carlos Caserio responderá la propuesta de A lberto Fernández para sumarse a su gabinete cuando asuma como presidente el próximo 10 de diciembre. El cordobés pidió unos días de plazo para analizar la oferta junto su familia. Si bien el propio Caserio se excusó de precisar cuál es la cartera ofrecida, está todo encaminado para que el actual jefe de la bancada de senadores del PJ desembarque en el Ministerio de Transporte y, de esta manera, allane el camino para la unificación de bloques peronistas en el Senado.
Transporte fue la primera opción que Fernández puso en la mesa durante el diálogo que mantuvieron a mediados de la semana pasada. El plan B ofrecido por Alberto en esa negociación fue Turismo, idea que surgió por el fuerte vínculo que mantiene la provincia de Córdoba con ese sector de la economía. De todas maneras, la idea de Turismo perdió fuerza frente a la opción de Transporte, una de las pocas carteras que no tiene aún dueño definido y que cuenta con un presupuesto previsto para el año 2020 cercano a los 250 mil millones de pesos, cifra de las más onerosas de todo el erario nacional.
En algún momento, y principalmente por listas que circularon en redes sociales, sonó el nombre del diputado massista Raúl Pérez, pero la opción nunca se terminó de confirmar. De no mediar ningún imprevisto, Caserio encabezará el ministerio que supieron comandar Florencio Randazzo y Guillermo Dietrich. De esta manera, tendrá en sus manos la llave para acercar posiciones entre el Frente de Todos y Córdoba, después de una larga historia de desencuentros que terminaron con una provincia distante de la anterior administración kirchnerista, reflejada en resultados contundentes en las urnas.
¿De qué manera Caserio podrá arrimar a las partes para dejar atrás viejos rencores? A través de dos obras claves que la gestión de Mauricio Macri comenzó pero no logró terminar, algunas por falta de tiempo y otras por problemas de gestión. Una es la postergada concreción de la autopista de la Ruta Nacional 19, obra clave para el Centro y Este cordobés, con dos de cuatro tramos paralizados y que deberían relicitarse de manera inmediata.
Los otros dos tramos en ejecución no se adecuaron a los plazos previstos y deberán definir su continuidad. La otra gran obra que quedará bajo la lupa de los cordobeses es la ampliación del aeropuerto Ambrosio Taravella, proyecto que avanzó en el sector de estacionamiento, pero que contempla la ampliación de las terminales de arribos y partidas, obras en las que se debería llamar a licitación para de esta manera consolidar el ‘hub Córdoba’ impulsado por Cambiemos y que colocó a la Provincia como un centro de referencia aeroportuario para el interior del país.
Estos dos proyectos estarán en la mira en los primeros meses y, sin dudas, que llegar al corte de cinta en ambas le otorgarían a la gestión nacional un plus inobjetable en su relación con Córdoba.
Subsidios. El otro punto que exigirá definiciones contundentes es el de los subsidios al transporte. Tema álgido y con fuertes reclamos del interior del país que pide un mayor federalismo en el reparto. Allí Caserio volverá a tener en sus manos la llave para finalmente acercar a Córdoba a un gobierno nacional de origen peronista.
