El mensaje que el Gobierno envió al establishment con la designación de Sergio Massa, el empoderado ministro de Economía, Producción y Agricultura, tuvo un rápido impacto en Córdoba. Provincia con la que el líder del Frente Renovador siempre tuvo relación: en momentos de afinidad plena, cuando el delasotismo era el socio mayoritario del cordobesismo; y también otros pasajes de frialdad y cálculo mutuo, en su vínculo zigzagueante con el gobernador Juan Schiaretti.
Lo cierto es que el rol de Massa como súper ministro sirvió para que varios cordobeses reactivaran los mensajes y llamados con el saliente presidente de la Cámara de Diputados. Incluso, muchos que en el último tiempo no habían tenido ningún tipo de acercamiento para no quedar como una terminal cordobesa del tercer socio del Frente de Todos.
La herencia delasotista. Hay un eje cordobés que, tras la muerte del exgobernador José Manuel la Sota, mantuvo igual el vaso comunicante con el hombre de Tigre. Tanto Natalia de la Sota, como la exdiputada y última pareja del exmandatario, Adriana Nazario; el actual integrante del gabinete llaryorista, Gabriel Bermúdez; y el histórico líder del gremio de los mercantiles, Pablo Chacón, conservaron la relación con el actual súper ministro. Y varios de ese póker intercambiaron mensajes hasta bien entrada la madrugada del viernes cuando la designación de Massa ya era una confirmación.
Definido por parte de este grupo como “un hombre de diálogo” y “un buen teléfono para tener”, el eje respiró aliviado por el conocimiento sobre los equipos técnicos del tigrense, además de las diferencias entre pragmatismo y dogma con sus dos antecesores: Martín Guzmán y Silvina Batakis.
Aquellos que lo conocen de tiempos de De la Sota, definen a la relación casi como paternal. Y sostienen algo en lo que también coincide el entorno de Massa con despacho en Buenos Aires: “la relación con ‘el Gallego’ le sirvió mucho para madurar políticamente a Sergio”, soltó una persona que, además, recordó que el exgobernador estaba pensado para que fuera el jefe de Gabinete del tigrense en el 2015. En la elección que luego se definió con el ballotage de Mauricio Macri sobre Daniel Scioli.
En aquel tiempo, Nazario fue una de las más cercanas en la campaña que también atravesó una Paso entre el cordobés y Massa. Actualmente, cerca de la exdiputada sostienen que el diálogo es frecuente y que cuando se sancionó lo de Ansenuza como parque nacional, fueron varios los llamados con el compromiso del actual ministro.
A raíz de la relación con Nazario llegaron a Transporte de la Nación, Laura Labat, Marcos Farina y Alejandro Storello. Los dos primeros legisladores provinciales y el último, exintendente de Berrotarán. De Farina, una persona cercana a Massa sostuvo que en realidad llegó por el exsenador Carlos Caserio; y destacó el rol de funcionario cuando falleció Mario Meoni y Alexis Guerrera asumió al frente de Transporte. “Marcos le mostró a Guerrera el mapa y Sergio lo destacó”, dicen.
Por su parte, lo de la diputada nacional Natalia de la Sota también se observó en la semana. De buena relación con Massa, la hija del exgobernador habló mucho con él en 2019 y casi termina alineada en el Frente de Todos de la mano de massismo. Incluso, la famosa foto con Alberto Fernández tocando la guitarra fue en las oficinas de Massa en Avenida del Libertador.
Hace unos días, sin mencionarlo, ahora más distante la actual diputada lanzó un comunicado: “el cansancio y la angustia de los argentinos es tal que lo único que esperamos es que se tomen definitivamente medidas que alivien el día a día y nos den un horizonte de previsibilidad. No importa quién sea, sino el camino que se tome”. “Siempre, desde donde me toque estar, mi predisposición va a ser la de acompañamiento, a partir de una mirada constructiva. Con la esperanza de que se tomen las medidas correctas. Si a la Argentina le va bien, a Córdoba le va mejor”, dijo.
Amigo y constructor. Con Bermúdez, en tanto, la relación también se sostuvo. El actual integrante del gabinete llaryorista habla frecuentemente con el tigrense, aunque dicen que no desconoce la tensión que Massa genera en algunos despachos del Panal. “Sabe de eso, pero jamás va a negar la relación con un amigo”, dijeron sobre Bermúdez a este diario el viernes por la tarde.
El secretario Metropolitano de Llaryora contribuyó además a que el intendente y el actual ministro sostengan una relación que se inició hace años cuando Llaryora gobernó San Francisco. Relación que tampoco desconocen desde el Centro Cívico. Articulador de ese vínculo, dicen que Massa no deja de responderle un mensaje a Bermúdez y que lo tiene en Córdoba como “un jugador importante”.
El sindicalista. En tanto, cerca de Chacón sostienen que “hace mucho que no hablan por las actividades de cada uno”. Más aún con el acercamiento del gobierno provincial al gremio. Igual, en el entorno del líder de Agec dicen que “tiene esperanza de que todo mejore.
Conoce bien a Massa y sabe de las condiciones. La última vez que hablaron fue en plena pandemia y por Zoom. Aunque sí hay un diálogo entre las segundas líneas de ambos lados”.
El sello. Al margen de todo esto, desde el 2021 hay un sector que está trabajando de manera directa para el Frente Renovador con la intención de conformar el partido en Córdoba. Quien lo lidera es Fernando Caubet, una persona que conoce hace mucho a Massa, por ser hijo de un exconcejal de Tigre y está en el armado con miras a lo que viene. A él, que está radicado en Río Cuarto, se le suma Fernando Reynoso, en el norte y Traslasierras.
Este sector no desconoce el vínculo de Massa con Llaryora y pone como fecha de quiebre en el vínculo entre el tigrense y Schiaretti el congreso del Frente Renovador en Parque Norte en 2019. Ahora, atentos al acuerdo macro, siguen con la conformación de un proyecto local para Massa en el 2023.
Por último, una persona de diálogo habitual, definió cómo ve Massa al peronismo de Córdoba dentro de su hoja de ruta: “a Schiaretti lo respeta, pero en confianza dice que está grande. Por el lado de Llaryora es distinto…”.
