Desde hace más de 15 años la vida de Patrick Flynn se encuentra ligada de manera íntima al Cirque du Soleil. Es que este productor de espectáculos nacido en Dublin, Irlanda, un día se topó con el espectáculo Alegría, uno de los shows emblemáticos de la compañía canadiense y se enamoró de ese ambiente lleno de magia, destreza y emociones. Flynn sintió que ese era el lugar donde quería trabajar. Unos meses después firmaba su primer contrato con la mítica compañía para organizar una gira por Europa y en 2012 se transformó en el coordinador general de Cirque para sus shows en Sudamérica. De paso por Córdoba, donde se encuentra ultimando detalles para Amaluna, la nueva propuesta que el próximo jueves debutará en el predio de Ecodistrito las Artes, Flynn dialogó con PERFIL CORDOBA y contó cómo es vivir dentro de ese gran mundo que propone Cirque du Soleil.
—¿Con qué se va a encontrar la gente que vaya a ver Amaluna?
—Con la esencia de Cirque du Soleil. Va a encontrarse con 47 artistas de altísimo nivel y con una historia que les hace soñar y viajar. Volvemos a la gran carpa, que es nuestro hogar, el lugar donde nacimos como compañía. Es un show que propone temáticas nuevas y diferentes. Tiene un enfoque de la mujer como protagonista del espectáculo, no solo porque cuenta con un 60 por ciento de artistas femeninas sino porque el show se basa en la mujer en todas sus características, desde su fuerza, su fragilidad, su belleza y elegancia, la sabiduría y la inocencia también. Es un show para todo público pero la mujer que venga se sentirá reconocida y homenajeada.
—¿Cómo responde Córdoba a los shows de Cirque du Soleil?
—El público cordobés es caluroso, entiende de espectáculos y lo mira no solo desde una perspectiva circense sino también teatral. Es un público que nos acompaña en cada proyecto. No son muchas las ciudades a las que podemos llevar esta gran carpa y me alegra que Córdoba sea una de ellas. Tengo la oportunidad de haber acompañado cuatro espectáculos, incluyendo este y pude ver la evolución creativa de las propuestas. Para el primer show, Corteo, como el público aquí es muy teatral hubo una gran recepción, fue un exitazo. De ahí pasamos a Kooza con un contenido más circense, acrobático y luego Séptimo Día, espectáculo en el que me tocó acompañar todo el proceso creativo y fue realmente muy enriquecedor. Estar saltando en el piso del Orfeo con la gente fue una de las experiencias más lindas de mi vida. Ahí sentí y viví el amor que el público de Soda tenía por la banda.
—El show Séptimo Día en homenaje a Soda Stéreo tuvo algunas críticas por parte del público. ¿Cómo tomaron esos comentarios?
—Cada crítica es una observación y es importante para la empresa a la hora de seguir creciendo. Cirque tiene 35 años de evolución artística. Cada propuesta que ha presentado sobre el escenario ha sido bien recibida por algunas personas y no tan bien por otras. No tengo ningún problema. Con Séptimo Día, el show tenía que ver con la celebración del fan. La persona que venía a buscar el Cirque du Soleil de Corteo, tal vez no lo encontraba porque no era la propuesta. Por eso, volver con Amaluna en la tradicional carpa es importante para nosotros porque volvemos con el Cirque du Soleil clásico.
