Con Schiaretti mirando de reojo, Macri y Alberto F. definen el próximo gobierno nacional

En un escenario completamente polarizado, Mauricio Macri y Alberto Fernández dirimirán hoy quien asume la Presidencia el 10 de diciembre próximo. Definición que será observada desde Córdoba por el gobernador Juan Schiaretti, el peronista más cercano al presidente en estos cuatro años y, al mismo tiempo, a quien la prescindencia en el tramo al Ejecutivo nacional le trajo más de un enfrentamiento con los referentes del Frente de Todos, la coalición que unió al PJ nacional detrás del binomio de Alberto F. y Cristina Fernández de Kirchner. 

Conocedor de estos roces, en la mayoría de los casos originados durante buena parte de la docena de años de gobierno K, el propio Macri volvió a poner a la provincia en el centro de la escena para tratar de revertir la holgada diferencia que en las Primarias de agosto le sacó el kirchnerismo. 

De la misma manera que en 2015, Cambiemos antes; Juntos por el Cambio, ahora, hubo cierre de campaña el jueves por la tarde en territorio mediterráneo. Aunque esta vez al aire libre y frente a una multitud en Nueva Córdoba. 

En la vereda de enfrente, Alberto F. que había puesto a la provincia en un rol central en su campaña rumbo a las Paso, en este caso reconfiguró el GPS y apuntó a otros destinos. El raid de la última semana por Córdoba solo fue mediático y para volver a marcar diferencias -y enojo- con la decisión de Schiaretti de dar libertad de acción a sus votantes en la primera parte de la boleta. 

“No es neutralidad lo de Schiaretti. No puedo entender su prescindencia, no le puede dar lo mismo Macri que nosotros”, dijo el candidato del FdT el miércoles por la mañana en Pulxo FM. Entrevista que de inmediato llegó a los oídos del gobernador que, al igual que lo hizo durante toda la campaña, trató de hacer equilibrio en el cada vez más angosto camino del medio.

Macri en Tierra Prometida. El presidente sabe que no alcanza con hacer una muy buena elección en Córdoba. La preocupación está puesta en territorio bonaerense. 

Sin embargo, el jueves por la tarde aseguró que el objetivo está en volver “para el ballotage” y allí el territorio mediterráneo -única provincia en la que ganó en agosto además de CABA- lo tiene como amplio favorito. Explicando con esto buena parte de la decisión de Schiaretti. 

Ambos comparten votante. Mayo y agosto lo demostraron; pero también lo dejó en evidencia que ninguno de los referentes nacionales del oficialismo dijo algo sobre el delivery de votos que denunció con énfasis el diputado y candidato Mario Negri. 

Por el contrario, el senador y candidato a vicepresidente Miguel Pichetto el mismo jueves y desde el escenario lanzó: “no vinimos a interpelar la decisión de un gobernador. Somos muy respetuosos de ello”, dijo el compañero de fórmula de Macri en un claro guiño a Schiaretti. 

Lo que vino después fue el mensaje casi directo entre el líder del PRO y los cordobeses. Demostrando así que Macri, aún si es derrotado, cree que la reconstrucción desde un rol opositor arrancará por acá. 

El desafío por mostrarse distinto. En la vereda de enfrente, la campaña albertista tuvo vaivenes: pasó del diálogo al enojo; del cierre eufórico previo a las Paso a prácticamente una ausencia prolongada entre agosto y octubre. 

En todo momento el desafío para Fernández pasó por mostrarse distinto en la relación con la Provincia que tuvo su compañera de fórmula. Por eso tal vez, apeló al diálogo directo con el gobernador en un par de ocasiones, y eligió por encima de los kirchneristas paladar negro a otros dos referentes locales más vinculados con el PJ tradicional: Carlos Caserio y Natalia de la Sota. 

La Caja y la deuda. Desde El Panal insisten que con cualquiera de los dos que asuma en diciembre habrá diálogo. Aunque también reconocen que con uno costará más que con el otro. 

En la última semana, además de hacer énfasis en esto, Schiaretti afirmó que la Nación le debe a la Provincia más de 8500 millones de pesos de obras. Esto, mientras desde Buenos Aires, Fernández aseguraba que no se iban a tocar los derechos de los jubilados cordobeses. 

Estas dos cuestiones, los fondos adeudados entre obras y coparticipación, además de la Caja de Jubilaciones, serán los ejes de la relación entre el Gobierno nacional que asuma y la Provincia. 

Esto en lo económico; en lo político la lupa se posará en la continuidad de la relación con Macri o la recomposición del diálogo con Fernández que tenga Schiaretti.