Condenan a un médico por violencia de género en examen ginecológico: falta de privacidad y prácticas abusivas
La Justicia de Córdoba dictaminó que una mujer fue víctima de violencia de género durante un examen ginecológico en un centro de salud privado. La jueza ordenó tratamiento psicológico para el médico y una compensación económica para la paciente, además de remitir el caso al Tribunal de Ética del Consejo de Médicos para una posible sanción.
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A quien corresponda
La Justicia de Córdoba declaró que una mujer fue víctima de violencia de género, tipo psicológica y sexual, durante un control ginecológico desarrollado en un centro médico privado de la ciudad de Córdoba.
El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 4° Nominación confirmó que durante el examen ginecológico, el consultorio carecía de la infraestructura necesaria para proteger la intimidad de la paciente. No disponía de un biombo para permitirle cambiar de ropa antes del examen ni se le proporcionó una bata para "minimizar el impacto de la desnudez".
No solo eso, sino que durante la consulta, el personal de limpieza ingresó al consultorio debido a que la puerta no estaba cerrada y la sala se encontraba en una zona de paso frecuente.
La jueza Mariana Wallace, quien dictó el fallo, declaró que la mujer había experimentado una práctica médica abusiva debido a la "doble revisión genital, la extrema cercanía del rostro del médico a su cuerpo y la revisión simultánea de las mamas con una mano en cada una de ellas".
Otros testimonios de mujeres que experimentaron situaciones similares o aún más severas se sumaron al relato de este caso. "Los denunciados no constituyeron un hecho aislado; sino que, por el contrario, fueron el resultado de la violencia estructural de género y de un patrón sociocultural justificado en el predominio masculino del profesional sobre el cuerpo de otras (mujeres), causándoles a sus pacientes sentimientos de humillación física y emocional, colocándolas en un plano de absoluta desigualdad. No las trató como personas", indicó Wallace.
Por otro lado, el tribunal comprobó que el profesional denunciado no era especialista en tocoginecología, pese a que la publicidad de centro médico lo colocaba como prestador de dicha especialidad.
Por toda esta situación, el tribunal ordenó al médico someterse a un tratamiento psicológico obligatorio y compensar a la paciente con 336 mil pesos, equivalentes al costo de una consulta psicológica de 7 mil pesos cada 15 días durante dos años de tratamiento.
Por último, la jueza Wallace dispuso poner en conocimiento al Tribunal de Ética del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba para que determine si el médico denunciado trasgredió el Código de Ética profesional y si le corresponde alguna sanción.
